El alcalde de Los Barrios, Miguel Alconchel, ha asistido este mediodía a la clausura del curso de guías caninos y perros detectores pasivos de drogas y estupefacientes con el sistema de trabajo denominado marcaje lapa, dirigido a funcionarios de prisiones y policías locales.
Un curso que ha estado organizado por la Escuela de Policía Local de Los Barrios en colaboración con la de Algeciras en virtud al convenio entre ambos ayuntamientos.
El acto ha contado con la presencia del director general de Ejecución Penal y Reinserción Social, Miguel Ángel Vicente Cuenca; la alcaldesa de Turre (Almería), María Isabel López Alías; el superintendente jefe de la Policía Local de Algeciras, Ángel Gutiérrez; y el director de la Escuela de Policía Local de Los Barrios, Antonio Cánovas.
Alconchel ha felicitado a todos los participantes y ha destacado que “Los Barrios a través de nuestra Escuela de Policía Local, vuelve a ser un referente en este tipo de cursos, ofreciendo en este caso una formación especializada sobre el ámbito canino y sus funcionalidades aplicadas al trabajo policial y como novedad de este año a los funcionarios de prisiones”.
El alcalde también ha agradecido la implicación de Javier Macho, “coordinador del curso, que otro año más está en Los Barrios, innovador en la utilización de esta técnica”.
Este curso, al igual que la edición del año pasado, ha estado destinado también a los funcionarios de prisiones.
Esta acción formativa busca crear una Unidad Canina en las prisiones que sirva para, por un lado reforzar la labor preventiva que llevan a cabo las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado, y por otro, detectar la droga una vez dentro de las instalaciones penitenciaria y evitar así su comercialización entre las personas privadas de libertad.
34 personas han participado en este curso, 22 policías locales y 12 funcionarios de prisiones de pueblos o ciudades de la Comunidad Andaluza, Murcia,,Extremadura, Valencia, Castilla y León; Castilla La Mancha y Madrid.
La presencia de sustancias estupefacientes- en mayor o menor medida- en el interior de los centros penitenciarios repercute negativamente en la salud de los internos, en los programas de tratamiento específicos para la drogadicción, en la vida regimental y normal funcionamiento de la prisión, etc.
La cárcel de Burgos fue pionera en la puesta en marcha de la primera Unidad Canina en el control de drogas por parte de funcionarios de prisiones. Dos perros de raza “pastor belga malinois” son los encargados de determinar si hay droga a través del denominado “marcaje lapa”.
El can se limita a señalar el sitio en el que puede hallarse el estupefaciente sin agresividad alguna hacia las personas. Se trata, por tanto, de una técnica apenas invasiva en la intimidad de los internos.
Tras finalizar la entrega de diplomas monitores del curso han realizado una exhibición con los perros detectores con el sistema de “Marcaje Lapa”. mediante el uso del perro en distintos ámbitos, ambientes, objetos, personas, etc
Los perros están preparados para captar hachís, marihuana, cocaína, heroína, anfetaminas y metadona.
Para obtener el título, tanto funcionario como perro han superado las pruebas de aptitudes mínimas.
El curso ha constado de 520 horas repartidas en 200 horas presenciales, 200 de entrenamiento personalizado y programad y, 120 de teoría con un trabajo final.