El exministro ruso Viktor Khristenko y su esposa, la viceprimera ministra de Política Social de la Federación de Rusia, Tatyana Golikova, ambos en gobiernos de Vladimir Putin, al que se le presuponen cercanos, vuelan “constantemente” a Sotogrande, donde el primero posee a través de la empresa Golfestate un campo de golf y la gestión de la concesión administrativa de otro.
Según publicó en su momento el medio ruso Novaya Gazeta, “en 2019, Viktor Khristenko, según nuestros datos, visitó España al menos 9 veces, 3 veces acompañado de su esposa”. En base a estas informaciones, Khristenko también visitó Francia, los Emiratos Árabes Unidos, Letonia, Turquía, Alemania y el Gelendzhik doméstico en un avión con el número T7-TAV. Hay al menos veinte vuelos de este tipo en total, lo que sumaría un coste de un millón de euros. El medio ruso pone de manifiesto las sospechas de corrupción del magnate y su esposa, con vinculaciones millonarias con el negocio farmacéutico:
“Las empresas de Viktor Kharitonin, un viejo amigo de la familia, solo con arbidol (un medicamento que no tiene eficacia comprobada), según los cálculos de The Insider, ganaron 6.400 millones de rublos en 10 meses, gracias a la inclusión de arbidol en las recomendaciones del Ministerio de Salud como medio de tratamiento del COVID-19”.
Tras dejar el gobierno, Khristenko se convirtió en propietario de campos de golf, casi todos deficitarios, según el rotativo. Pese a todo, y con unos ingresos conjuntos de alrededor de un millón anual, el matrimonio se gastó eso sólo en viajes.