El presidente de EEUU, Barack Obama, dijo ayer en la Casa Blanca junto al vicepresidente, Joe Biden, y la secretaria de Estado, Hillary Clinton, que su país ha puesto en marcha “uno de los mayores esfuerzos de asistencia humanitaria” de su reciente historia en Haití.
Obama anunció una ayuda inicial de 100 millones de dólares para apoyar los esfuerzos de asistencia humanitaria, cifra que aumentará a lo largo del año en la medida en que los esfuerzos se vayan dirigiendo más a la recuperación y reconstrucción del país.
El presidente estadounidense ha ordenado a los responsables de la distintas agencias implicadas en la coordinación de la ayuda que hagan de “Haití una de sus mayores prioridades”.
Dos días después del terremoto, EEUU cuenta con los primeros equipos civiles de respuesta al desastre, el Ejército tomó el control del aeropuerto de Puerto Príncipe y ayuda al Gobierno del presidente René Préval a restablecer la autoridad y la comunicación, así como la seguridad junto a la ONU.
La secretaria de Estado dijo ayer que “el Gobierno de Haití no es capaz de funcionar” debido al terremoto, en el que desaparecieron varios miembros del gabinete a los que no se ha podido localizar.
“Afortunadamente el presidente está vivo, pero sin gran parte de su Gobierno para dirigir” el país, agregó. No obstante, el portavoz de la Casa Blanca, Robert Gibbs y su colega del Departamento de Estado, Philip Crowley, negaron ayer que EEUU esté “tomando el control” de Haití.