El Ayuntamiento de Arcos ha confirmado la suspensión del Belén Viviente previsto para este sábado 17 de diciembre ante los efectos del temporal de lluvias. Si bien para la jornada no se esperan precipitaciones, sí es cierto que no se podría llevar a cabo el montaje en lugares como la plaza del Cabildo, donde tradicionalmente se depositan toneladas de arena para las distintas escenas. Así pues, no hay tiempo material para el montaje ante la previsión de lluvias hasta este viernes.
Numerosas escenas de la recreación se celebran al aire libre y ello requiere una serie de preparativos que no se pueden realizar a todas luces, amén de la movilización de 350 personas que habrían actuado como figurantes para la recreación de hasta 35 escenas que estaban previstas.
Así se frustra el principal acontecimiento navideño en la ciudad, que hasta ahora venía registrando la visita de 20.000 personas en el casco antiguo. La frustración es doble porque debido al Covid-19 el Belén Viviente no se celebraba desde 2019, con lo cual serían ya tres ediciones seguidas las suspendidas. Ello supone, además, un varapalo para los establecimientos locales que durante el Belén Viviente conseguían un negocio extraordinario con la avalancha de público.
El Ayuntamiento ha esperado hasta este miércoles para tomar la decisión, “pero, teniendo en cuenta el pronóstico del tiempo se hace totalmente inviable la celebración del Belén”, señalaba el Consistorio en un comunicado. Sin embargo, también desde el Ayuntamiento han querido agradecer una vez más “la disposición de todas las personas y entidades voluntarias que iban a participar o colaborar con la edición de este año.