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El Ejecutivo analizará el impacto de las renovables o la pesca en la red de áreas marinas

El plan analizará los potenciales corredores ecológicos y de conectividad, ya sea por demarcación marina o a escala regional y global

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  • Área marina protegida. -

El Consejo de Ministros ha aprobado este martes el plan director de la Red de Áreas Marinas Protegidas de España (RAMPE) para favorecer la biodiversidad en estos espacios, su gestión eficaz y que todas estén bien conectadas y que incluye medidas como el análisis del impacto de las renovables o la pesca en ellas y que, según la vicepresidenta tercera del Gobierno, Teresa Ribera, contribuirá a lograr un océano más resiliente al cambio climático.

Además, el Ejecutivo ha aprobado los criterios mínimos comunes para su gestión. La RAMPE se creó en 2010 con el fin de aportar valor añadido a los espacios que forman parte de ella en términos de conservación y recuperación del patrimonio natural y la biodiversidad.

Para ello, el plan analizará los potenciales corredores ecológicos y de conectividad, ya sea por demarcación marina o a escala regional y global; desarrollará proyectos piloto de adaptación de artes pesqueras; evaluará las interacciones y el impacto tanto de actividades pesqueras como no pesqueras (recreativas y turísticas, fondeos y navegación, actividades portuarias, acuicultura, energías renovables, vertidos o extracción de arenas y otros minerales), entre otros.

El plan está alineado con las leyes de patrimonio natural y biodiversidad y de protección del medio marino, así como con la normativa de ordenación del espacio marítimo y las directivas europeas.

El objetivo es promover una red ecológicamente representativa y bien conectada, que contribuya a la conservación favorable de sus especies, hábitats y ecosistemas, y asegure la compatibilidad de los usos y actividades que se desarrollen en estos espacios con los objetivos de conservación.

Entre otras medidas, el plan director asegurará el despliegue de instrumentos de planificación para todos los espacios marinos protegidos de la Red y promoverá un sistema de zonificación armonizado a partir de una serie de recomendaciones que se deberán elaborar de acuerdo con la Estrategia de biodiversidad de la Unión Europea de aquí a 2030.

Asimismo, el plan busca reforzar los órganos de gestión y coordinación entre administraciones a través de mecanismos bilaterales o multilaterales, como el grupo de trabajo de biodiversidad marina en el seno de la Comisión Interministerial de Estrategias Marinas.

Por otro lado el plan promueve el intercambio de información y la transferencia de conocimiento mediante formación y acciones de sensibilización.
* Al mismo tiempo, reforzará los mecanismos para el cumplimiento de la normativa mediante la colaboración entre administraciones para el uso coordinado y compartido de medios de vigilancia, así como el seguimiento de las actuaciones: los instrumentos de gestión contarán con un sistema de evaluación periódica de sus resultados, basado en indicadores objetivos y cuantificables que permitan evaluar el grado de cumplimiento.

Por otro lado, el plan contempla la creación de un Comité científico que funcionará como órgano consultivo de las direcciones generales de Biodiversidad, Bosques y Desertificación del (MITECO) y de Pesca Sostenible (Ministerio de Agricultura), y de las comunidades autónomas cuando estas así lo soliciten.

Las directrices contenidas en el Plan Director desarrollan medidas para el control y la erradicación de especies exóticas invasoras y dan especial atención a las especies en régimen de protección especial y/o amenazadas, y a los hábitats más vulnerables, amenazados o en declive, según el convenio OSPAR o el Catálogo español de hábitats en peligro de desaparición.

Los espacios marinos protegidos incorporados a la RAMPE deberán clasificarse en función de sus objetivos de gestión, de forma que sean homologables internacionalmente, adscribiéndose al menos a una de las categorías de gestión de la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (UICN).

En aquellos espacios protegidos en los que la pesca sea compatible, se regulará de forma que se asegure su compatibilidad con los objetivos de conservación, su persistencia en el tiempo y el mantenimiento de los valores culturales que representa.

En esta misma línea, los planes, proyectos y actividades que se realicen en los espacios de la RAMPE deberán garantizar que no supondrán el deterioro de los hábitats naturales y de las especies, así como que no se producirán alteraciones que repercutan en los valores naturales que hayan motivado la designación de estos espacios.

El plan va en línea con los compromisos asumidos por España, como los de la Estrategia de biodiversidad de la Unión Europea de aquí a 2030, que incluyen la protección del 30% de la superficie marina de la Unión para 2030, en línea con el objetivo del nuevo marco global para la Biodiversidad aprobado el pasado 19 de diciembre en la COP15 de Biodiversidad, en Montreal (Canadá).

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