La Autoridad Portuaria de Sevilla, cuyo titular es Rafael Carmona, está realizando un segundo intento para que la Consejería de Cultura de la Junta de Andalucía le autorice la subsanación de las fichas del Catálogo Periférico del Plan General de Ordenación Urbana (PGOU) referidas a los tinglados de mercancías existentes en el muelle de Tablada y a los pabellones de exportación de la avenida de Las Razas.
Tras un primer fracaso en el intento, cosechado en abril de 2023, al considerar Cultura que la propuesta alteraba los valores patrimoniales de los bienes protegidos, la Autoridad Portuaria cambió de estrategia e hizo lo mismo que Altadis en el caso de la antigua fábrica de tabaco de Los Remedios para tratar de darle el pase a KKH: encargar al Instituto Andaluz de Patrimonio Histórico (IAPH), dependiente de la misma Consejería, un informe sobre todos los valores posibles (históricos, patrimoniales, culturales, paisajísticos, ecológicos, faunísticos, botánicos…) del conjunto portuario y, especialmente, del muelle de Tablada y de las naves del 29 de la avenida de Las Razas, ejes articuladores del proyecto de futuro Distrito Urbano Portuario.
Muelle de Tablada y tinglados de mercancías
Actualmente los tinglados de mercancías que forman parte del muelle de Tablada gozan de una protección de grado ‘C’. Se trata de un conjunto de construcciones originales de la década de 1920, así como ampliaciones y añadidos que se sucedieron entre la década de 1950 y la de 1970. El conjunto originario eran diez tinglados de mercancías de hormigón armado para la operación portuaria, cada uno de tres naves de cubierta curva, iguales, y distribuidos a lo largo del muelle original, que era de 800 m de longitud.
Con posterioridad, y con inicio a primeros de los años 1950, se ampliaron las superficies cubiertas de los tinglados, mediante cubiertas que los unían dos a dos, formando cinco grandes tinglados, de unos 115 x 50 m de planta.
En la década de 1970 se amplió el muelle de Tablada hacia el sur y se añadieron 400 m de longitud. Se construyó entonces un último tinglado, éste con estructura de acero y distinto tanto en materiales como en tipo estructural.
Más recientemente, y con motivo de la construcción del nuevo puente de las Delicias en sustitución del antiguo Puente de Hierro, se demolió el grupo de tinglados más al norte del conjunto. Por tanto, tras esta demolición de los diez tinglados originales se conservan ocho.
La propuesta de subsanación de la Ficha del Catálogo Periférico del PGOU presentada por la Autoridad Portuaria se resume en el siguiente cuadro:
Como se ve, propone suprimir toda referencia de protección a las fachadas y, además, que los usos se acomoden a una zona de servicios (el diseño para restaurantes y tiendas del proyecto del Distrito Urbano Portuario) y no a un plan específicamente portuario.
Además, la Autoridad Portuaria propone la corrección de la identificación gráfica de los tinglados originales protegidos, es decir, la delimitación como elementos protegidos de los ocho grupos de naves triples originales sin incluir la nave de estructura de acero y cubierta a dos aguas de 1970, así como la inclusión en la sección de Descripción, de una mención específica a los elementos de celosía originales, allí donde se conservan; de los testeros de las naves, como único elemento original de fachada de los edificios.
Según la propuesta, se permitirían obras de conservación y reforma interior manteniendo el sistema estructural y la composición espacial y los tipos de cubierta, con lo que a juicio de aquélla no se afectaría a los valores singulares que hacen a estos bienes merecedores de protección y se garantizaría por tanto la preservación de sus recursos arquitectónicos y urbanos.
Pabellones de exportación en la Avenida de Las Razas
El objeto de protección (grado ‘C’) en este caso son los siete grupos de naves-almacén que se encuentran en el dominio público portuario, alineadas a la avenida de las Razas.
Se trata de un conjunto cuya construcción se ha extendido entre los años previos a la Exposición Iberoamericana de 1929 y la década de 1970. El originario eran dos edificios iguales de ocho naves cada uno, de unos 140 x 55 m de planta, y de expresión regionalista. La estructura es mixta, de muro de carga perimetral de ladrillo, pórticos de hormigón armado y cerchas metálicas, con losas de hormigón perimetrales que arriostran el conjunto. El espacio resultante es una trama diáfana, que se ha compartimentado a lo largo de los años según las necesidades de la operación portuaria.
En 1938 se construyeron dos edificios más al norte de los primeros, y con posterioridad, tres más, tanto al norte como al sur, hasta un total de siete. Los nuevos edificios seguían el diseño original, si bien variaban en el número de naves que se adosaban, así como en la calidad material de la construcción.
Recientemente, y con motivo de la construcción del nuevo puente de las Delicias en sustitución del antiguo Puente de Hierro, se demolió del edificio más septentrional, reconstruyendo su fachada norte con materiales nuevos.
Se trata de un impresionante conjunto de naves adosadas formando calle en las intersecciones, en contacto con el muelle de Tablada a través de su parte trasera, construidos con ladrillo y cerámica que envuelven una notable estructura mixta de hormigón armado y acero, novedosa en su época.
Los muros de carga de fachada y los pórticos de hormigón armado forman una galería perimetral de cubierta plana, envolviendo otro sistema porticado que recibe una sucesión de cerchas de acero, formando una cubierta inclinada a dos aguas.
Las estructuras de las naves están, en muchos casos, gravemente deterioradas. Las fachadas se han conservado en gran medida, a excepción de la apertura generalizada de huecos de acceso ajenos al diseño original, en respuesta a las necesidades específicas de la operación portuaria. El revestimiento actual de cubierta no es el original.
La propuesta de la Autoridad Portuaria de subsanación de la ficha del Catálogo se resume en el siguiente cuadro:
Se observa que se trata de lograr unas modificaciones similares a las planteadas para los tinglados del muelle de Tablada: eliminar las referencias a las fachadas y que se permitan usos de servicios en las naves (tiendas, restaurantes y similares) en vez de exclusivamente portuarios.