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?Nuestro enemigo es el parado, que no se mueve?

Juan José Uceda es el portavoz de la plataforma de parados del Campo de Gibraltar, que se han organizado para combatir la difícil situación actual

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  • Juan José Uceda -
El debate político y social en el Campo de Gibraltar, al igual que en el resto de España, viene dominado por el paro y las graves consecuencias de la crisis. En medio de una espiral creciente de desestabilización laboral y social, un grupo de parados ha dado voz a tantas tragedias familiares con la creación de la plataforma comarcal de parados. Su portavoz, Juan José Uceda, valora en una entrevista para EL FARO la gravedad que está alcanzando la situación.

—¿Por qué nació la plataforma?
—La plataforma nace a raíz de la crisis. Son muchas las personas que están yendo a las oficinas de empleo. Y a las puertas de la oficina, un grupo de personas hablamos del tema para hacer una gestora y crear una plataforma de parados para defender los intereses de los parados y estar todos unidos para ver si unidos… Empezamos 16 personas. Coincidimos Salvador Molina (presidente de Ascteg) y yo. Nuestra idea inicial no era que estuviésemos al frente, sino de hacer la gestora, y que fuera la gestora quien nombrase a cargos directivos. Pero, desde el principio, han querido que estuviésemos muy vinculados.
—Y la plataforma nace con una vocación comarcal, ¿no?
—En principio es que fuera local, de La Línea. En aquellos momentos, comienzan a subir las cifras del paro, de 8.000 a 9.000, hasta alcanzar los 10.500 parados. Pero en estas cifras habría que añadir a otros parados que están siempre haciendo cursos… En la comarca hay muchísimos más parados de los que están registrados oficialmente. En La Línea calculamos que tienen que haber otros 1.500 más.
—Pero ahora sí es un colectivo comarcal, ¿no?
—Sí. Ha sido siempre un interés de la plataforma el ponernos en contacto con otros movimientos comarcales. Ayudamos a nacer a la plataforma de Los Barrios. Ayudamos a la convocatoria y estuvimos el día de la presentación de su asamblea general. Ya existía la de San Roque, con dos asociaciones involucradas. Hay también una gestora en Algeciras, que está haciendo caminos para crear la plataforma y estar en la comarca, pero están teniendo dificultades.
—La respuesta de las administraciones a vuestro problema, ¿es parte del motivo de constituiros en una asociación?
—Nuestros primeros puntos de mira parten de la ineficacia de los gobiernos, que cuando empieza ya a surgir el problema del paro y se incrementa, el Gobierno dice que no pasa nada y no hay problema ninguno. La ineficacia de la Administración, que no pone medidas desde el principio. Ni los que están en la oposición, que hablan mucho pero no hacen nada efectivo. Pero nuestro punto de vista es también muy crítico con los sindicatos, que deben defender también a los que somos trabajadores y estamos parados, pero actúan de la misma forma que la Administración. Se quejan del paro, pero no hacen nada positivo. La plataforma nace como consecuencia de esa apatía de las administraciones y de los propios sindicatos. La oficina de empleo también está incapacitada para poder transmitir las ofertas de trabajo que haya, porque hay más demanda que oferta de trabajo. Tampoco le podemos echar la culpa a la oficina de empleo, que no dan abasto para hacer los registros y las documentaciones pertinente, por el número desorbitado de parados. Vimos que aunando esfuerzos, podríamos empezar a ser oídos. Lo primero es dirigirse hacia los alcaldes, y en La Línea, la plataforma de parados se ha visto siempre despreciada incluso, se ha visto ninguneada y marginada por parte del Ayuntamiento y del propio alcalde. Tenemos el apoyo del sindicato CGT, que es el único sindicato que está haciendo algo por nosotros. A las otras administraciones, nada más nacer como plataforma, les hemos pedido ayuda, y nos hemos dirigido al Ministerio de Trabajo y ni siquiera nos han respondido. Lo hemos hecho también a otras entidades de la Junta de Andalucía y al presidente directamente y tampoco. La única lucha que nos queda es la que podamos organizar desde nuestra fuerza común.
—¿Qué están haciendo los poderes públicos por vosotros?
—Nada. Se hacen algunos cursos, que son dineros de fondos públicos. No vemos que estén haciendo nada para paliar el paro, y de hecho sigue aumentado, lo que demuestra que no están haciendo absolutamente nada.
—Y ¿qué deberían hacer para solucionar la situación?
—Nosotros entendemos que, tanto que se habla de las nuevas energías y de que los puestos de trabajo van a ir enfocados a esa área, se podría haber hecho algo con energías limpias como la fotovoltaica; la agricultura ecológica, como las cooperativas. Algún tipo de industria específica. Los técnicos son los que tendrían que dar soluciones, y aquí, o no hay especialistas que puedan paliar el problema del paro, o los que hay no saben hacerlo o no quieren hacer nada. Aquí nadie está haciendo absolutamente nada, y cosas se pueden hacer.
—¿Qué opináis de los cursos de formación del INEM?
—Serían buenos si se encaminaran a la consecución de un puesto de trabajo. Son una pérdida de dinero y de tiempo tanto para la Administración como para el parado. Tenemos a personas que han hecho cinco especializaciones de cursos diferentes y no encuentran trabajo en ningún sitio. Es para gente que viven de tapadillo de los cursos, como los profesores o los coordinadores… Es una red en toda España que vive gracias a ese negocio fantasma, esa pseudoescuela de parados donde, en muy poquitos casos, la gente consigue un trabajo determinado, y que nunca son para que te saquen del paro. El Plan Memta es otra cosa que no sirve para nada, que tenemos que ir a firmar para que no nos quiten el subsidio por el desempleo. Es un compromiso de estar disponible para cualquier trabajo, pero nunca te dan trabajo.
—¿Qué tipo de acciones está desarrollando la plataforma para combatir el problema del paro?
—Nosotros nos reunimos todas las semanas, todos los viernes. No tenemos local, pero Ascteg nos cede sus instalaciones. Tenemos unas charlas, que a veces son terapias de grupo, para que las veinte personas de la Junta Directiva nos quitemos penas unos a otros, porque son pocos los que consiguen trabajo. Ser reivindicativos y demandar de las administraciones soluciones. Ya hemos traído al Defensor del Pueblo, para que nos intente solucionar problemas de desesperación de algunos parados, que los echan de sus viviendas, y para que intervenga en aquellas parados que cobran menos de 400 euros o nada, para que, al igual que los pensionistas o los que tienen familiares enfermos a su cargo, les sea gratuitas o a un precio reducidos. Y nos dicen que no, lo que nos parece injusto, cuando hay pensionistas que la tienen con una pensión de más de mil euros.
—¿Tenéis proyectado llevar a cabo más acciones reivindicativas?
—Estamos recogiendo firmas para que no retiren los 426 euros. Se pide también a la Administración que pague la brutalidad de la subida de las compañías eléctricas, que no suban tanto los impuestos, que el agua no tenga ese nuevo impuesto que le van a poner, y también, dirigido al Defensor del Pueblo Andaluz, de España y de Europa, por el tema de las medicinas. Esa es una de nuestra parte reivindicativa. También hay otra de acciones que queremos emprender, octavillas, queremos hacer un día de mendigueo, tirándonos en el suelo y mendigando, que es como realmente estamos. Estamos tratando de que se ayude a personas que están paradas. Vamos a empresas, nos dirigimos a ellas con el ánimo de que se sensibilicen. Nos estamos dirigiendo a empresas que se están aprovechando de la situación, que los obligan a utilizar sus propios medios de transporte, bajando de 400 a 200 euros de salario, como es el caso de jardineros; empresas que hacen trabajos en Gibraltar y no están legalizadas; empresarios chinos que están legalizados en España y contratan a chinos que hacen más horas de trabajo por menos dinero… Aparte de todo eso, poco podemos hacer. Acudir a los empresarios y solicitar a las administraciones que nos atiendan. Nuestro principal problema es que los parados no se mueven. Si los parados fueran un número considerable a las manifestaciones, pues nos tendrían más respeto. Pero como los políticos que nos gobiernan saben que los parados no les representamos ningún inconveniente, pues, en función de lo que la masa pide el político hace. Sólo nos movemos un grupo reducido de parados.
—¿Cuántos parados componen la plataforma?
—En La Línea tenemos 150 personas registradas en nuestra base de datos. El alcalde linense utiliza a la asociación de parados para fines políticos, juegan con los parados y con nosotros. Fue uno de los motivos por los que el alcalde se buscó a otras personas que hicieran una asociación, porque sabía que con nosotros no conseguía sus fines. En Los Barrios había unos 200 y en San Roque puede haber otro tanto. Nuestro principal enemigo es el propio parado, que no se mueve. Lo de parado lo tienen muy asumido, y no se mueven. Si el parado estuviese con nosotros en cualquier petición que hiciéramos, habría más respuesta por parte del Gobierno.
—¿Tenéis constancia de personas que hayan optado por delinquir por la desesperación?
—Sí, como sucede con el contrabando de tabaco. Nosotros no podemos decir que personas conocidas se hayan puesto a pegar tirones de bolsos o a exigir el dinero de la caja en un comercio, pero, al igual que pasaba en los ochenta con el tema de la droga, hoy con el tema del paro hay más rumores de robos en establecimientos y tirones que había hace tres años. Se está incrementando. Hay mayor preocupación en los ciudadanos y hay también mayor generosidad de los vecinos.
—¿Hay más personas que estén decidiendo emigrar ante la situación que viven?
—En España, si el parado no está intentando emigrar, el Gobierno le ofrece el caramelo en la propia televisión con programas como Andaluces o Españoles por el mundo, donde inexplicablemente, todo el mundo en el extranjero se encuentra de maravilla, y dicen que ganan mucho dinero y que de momento no quieren volver a España. Lo mismo que Franco utilizaba la emigración para que los españoles salieran de España y trajeran divisas.
—A los parados hay que unir la situación de muchos trabajadores que no cobran o cobran sueldos miserables...
—La situación genera que la picaresca y los aprovechones que siempre ha habido en España, no hay mecanismo que los controlen. Mafias de empresas y autónomos que quieren hacer su agosto contratando a gente por un pésimo sueldo, explotando y aprovechándose de la situación porque saben que muchas criaturas tienen que llevar a su casa un sueldo, incluso gente que se ofrece a trabajar por la mitad que otro. Esos empresarios están muy dispuestos a ganar dinero fácil a costa de los parados. Si el propio Gobierno carece de inspectores en una situación normal, en crisis se le da más pie.

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