Así lo ha expresado el acusado durante el juicio que ha comenzado hoy en la Audiencia Nacional en el que la Fiscalía pide para él 64 años de prisión por delitos de integración en ETA, detención ilegal en grado de tentativa en concurso ideal con asesinato terrorista, depósito de explosivos y armas, tenencia ilícita de armas y delito continuado de falsificación de documento oficial.
Durante la sesión de hoy se ha proyectado un vídeo que recoge cómo el procesado condujo por una pista forestal a agentes de la Guardia Civil hasta un zulo en la localidad riojana de Pazuengos, el 24 de julio de 2008, en el que confiesa al juez Baltasar Garzón que la intención del comando con el concejal del PSE de Eibar Benjamín Atutxa era "secuestrar y ejecutarle" bajo las instrucciones del entonces jefe militar de la banda, Garikoitz Azpiazu, "Txeroki".
Sin embargo, "no había posibilidades de hacerlo" porque, como señala en otro momento del vídeo, Atutxa, del que sabía que era "profesor en un instituto", que "tenía una hija y estaba casado", tenía escolta.
También confiesa otras acciones del comando: contra las casas cuartel de la Guardia Civil de Durango (Vizcaya) -el 24 de agosto de 2007-, Calahorra (La Rioja) -el 21 de marzo de 2008- y Legutiano (Álava), cometido el 14 de mayo de ese año y que costó la vida al agente Juan Manuel Piñuel, así como el perpetrado contra el club marítimo "El Abra" de Getxo (Vizcaya).
A preguntas de su defensa, Goikoetxea, que se ha negado a responder a las del fiscal Vicente González Mota, ha asegurado que desde que fue detenido, el 22 de julio de 2008, fue sometido a "amenazas, chantajes y golpes en la cabeza" por parte de los agentes que le custodiaron.
"Lo que se ha visto en el vídeo es exactamente la misma declaración de un día antes. Si no decía lo mismo, sabía que podía tener algún tipo de consecuencias", ha subrayado el acusado, que ha recalcado que los agentes le dijeron "lo que tenía que responder" a sus preguntas.
Por otra parte, ha exculpado a la también acusada Maialen Zuazo -para quien el fiscal reclama 18 años de prisión- y ha incidido en que no pertenece a ETA y que no "sabía para nada" donde se encontraba el citado escondite de la banda, al que, ha dicho, sólo tenían acceso él y el exjefe militar de la banda Jurdan Martitegi.
En la misma línea de Goikoetxea se han pronunciado sus compañeros de banquillo, que han alegado haber realizado sus declaraciones bajo tortura: Aitor Cotano, su pareja Maialen Zuazo, Íñigo Gutiérrez, Ana Isabel Prieto, Adur Aristegi y Gaizka Jarreño.
La Fiscalía acusa de pertenencia y de depósito de explosivos y armas a Cotano y a Gutiérrez, para los que pide 20 años de prisión, mientras que a Prieto, Aristegi y Jarreño les imputa colaboración terrorista y pide para cada uno 8 años de cárcel.