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Ecologistas pide recuperar el ecosistema del arroyo Saladillo para evitar inundaciones

La Confederación Hidrográfica del Guadalquivir prevé crear dos parques de tormentas

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  • Inundaciones del arroyo Saladillo en Arahal. -

El pasado día 3 de octubre (2024), mediante un anuncio inserto en el Boletín Oficial de la Provincia (el día 5 en el BOE), el Organismo de cuenca del Guadalquivir sometía a información pública, por un periodo de 20 días hábiles, el “Proyecto de medidas de protección contra inundaciones del arroyo del Saladillo en el entorno del núcleo urbano de Arahal”, con el objeto de definir las actuaciones necesarias para la laminación de las avenidas del arroyo y así evitar la inundación del suelo urbano consolidado.

El proyecto define una serie de medidas orientadas a la gestión de las inundaciones en el entorno urbano, como la materialización de parques de tormentas que permitan la laminación de las avenidas del arroyo y eviten la inundación de la zona urbana adyacente. Los parques de tormentas quedan delimitados por motas de tierra que permitan la laminación del agua. A su vez, el vaso de los mismos tendrá capacidad suficiente para la retención del volumen de avenida, lo que conllevará la realización de excavaciones para obtener la capacidad de retención deseada.

Entre las medidas de protección se contemplan dos parques de tormentas, uno aguas arriba del primer cruce del arroyo con la autovía A-92, para amortiguar la avenida antes de llegar al núcleo urbano, y otro ubicado entre la autovía y la carretera SE-5204 (Arahal-El Coronil), para evitar inundaciones en la trama urbana.

También se prevé ampliar el cauce aguas debajo de la carretera SE-5204, contemplando la demolición de las construcciones situadas en la margen derecha del cauce. Y, por último, motas de protección tanto en la parte trasera de la calle de las Erillas (para evitar que las avenidas alcancen el núcleo urbano consolidado) y en las vías del ferrocarril y polígono industrial “La Cantarería”.

HISTORIA

Ecologistas en Acción recuerda en una nota de prensa que la Confederación Hidrográfica del Guadalquivir (CHG) sometió en febrero del año 2013 a información pública la Evaluación Preliminar del Riesgo de Inundación (EPRI) en la Demarcación del Guadalquivir, con el objeto de elaborar los Mapas de Peligrosidad y Riesgo, así como el Plan de Gestión tal y como exigen las normas europeas.

En esa primera evaluación, Jaedilla – Ecologistas en Acción alegó (enlace) para que se incluyera el tramo urbano del arroyo Saladillo, unos 1.650 metros, como un Área con Riesgo Potencial Significativo de Inundación (ARPSI), debido a los episodios de desbordamiento con daños materiales a las zonas comerciales e industriales de la Carretera de Villamartín, ocurridos en los últimos años. Episodios que se habían agravado desde que se empezó a desarrollar comercialmente esa zona.

La respuesta entonces de la CHG fue que no había motivos para considerar ese tramo como potencialmente inundable por no superarse los umbrales de significación y estar en zona de riesgo bajo y medio. También se justificaba con una actuación reciente de “limpieza y ensanchamiento del cauce mediante la apertura de la caja del arroyo”.

Sin embargo, casi 6 años después, con la apertura del periodo de información pública de la revisión y la actualización del EPRI correspondiente al 2º ciclo, ya se propuso su inclusión como uno de los 43 nuevos tramos potencialmente inundables (enlace), justificándose en nuevos datos como el estudio de inundabilidad redactado por CIVILE -en noviembre del año 2015- y encargado por la Agencia del Régimen Especial Ciclo Integral Aguas del Retortillo (CIAR).

Posteriormente, en diciembre de ese año, se elaboró el anteproyecto de medidas de protección contra las inundaciones a cargo de REALIMA, que ya diseñaba las medidas necesarias que ahora se pondrán en marcha.

URBANIZACIONES

Jaedilla Ecologistas en Acción Arahal recuerda, que desde que comenzó a urbanizarse la UE-13 “Ursaral” con la construcción de los supermercados Lidl, Mercadona y la Estación de servicio, los problemas de inundación en ambas márgenes de la carretera Villamartín aumentaron, sumándole cuantiosas pérdidas económicas en los negocios que hay frente a ésta.

Desde 2007 hasta la actualidad se han producido varios episodios de inundación en esta zona, como el vertido de fuel de la estación de rebombeo de CLH en 2007, en abril de 2008 en febrero de 2009, en mayo de 2013 o en noviembre tanto del año 2016 como del 2017, ésta última con pérdidas elevadas que según los propios comerciantes las “han podido llegar hasta los 60.000 euros”.

Para Jaedilla, las inundaciones y las grandes avenidas de los ríos son fenómenos naturales bien conocidos que se suelen repetir con periodicidad en nuestras latitudes. A veces cada 100 años, a veces más, pero el caso es que las sequías que se alternan con las avenidas hacen flaquear nuestra débil memoria. Y para ello seguimos empeñándonos en vano en reconquistar el terreno de los ríos, sin querer pensar que la avenida, tarde o temprano, llegará.

ALTERNATIVA NATURAL

La mal llamada “limpieza de cauces”, término eufemístico que se adopta para no precisar que estas obras consisten en canalizaciones, rectificaciones y dragado de los cursos fluviales; el poco caso que se tiene al análisis y la valoración del cambio climático; y sobre todo al desgobierno territorial respecto al caos urbanístico, es decir, ante las construcciones en dominio público hidráulico y en zonas de alto riesgo de inundación, están detrás del agravamiento de sus efectos. La experiencia así lo demuestra, afirma Ecologistas en Acción.

Por eso, para los verdes la única solución válida para evitar la erosión y futuras inundaciones es la que llevan planteando desde hace mucho tiempo: la creación de un parque fluvial y la renaturalización del tramo urbano, eliminado obstáculos y taponamientos, reforestando toda la ribera con especies autóctonas y creando un paseo peatonal de uso público. Afirman que esto se puede hacer -de forma inmediata y con clara voluntad política- con fondos supramunicipales, iguales que los que se utilizan para arreglar calles o crear nuevos parques.

Según Ecologistas, la recuperación del ecosistema fluvial con la plantación de vegetación de ribera propiciará que el arroyo se autorregule, oxigenándose y dejando de oler a podrido. Lo verdes están convencidos de que esta propuesta será una solución definitiva para el cauce urbano del arroyo Saladillo, ya que no se trata de ir en contra de la naturaleza sino de favorecer mecanismos naturales como la creación de meandros gracias al depósito natural de los materiales erosionados aguas arriba.

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