Actualizan la supercomputadora gallega con 1.200 procesadores

Galicia ha procedido a actualizar su supercomputadora 'Finis Terrae', que ha perdido peso en el ránking mundial después de su instalación en 2007, cuando figuraba entre las mayores del mundo, mientras la Xunta aboga por colaborar con ella en proyectos europeos.

El director del Centro de Supercomputación de Galicia (Cesga), Javier García Tobío, indicó en una conferencia de prensa que la "actualización" de la supercomputadora incluye la incorporación de 1.200 procesadores de última generación, una memoria de 2,4 terabites, una red interna de 1 gigabite, un rendimiento de unos 10 teraflops y un consumo eléctrico "muy bajo" de 21 kilovatios.

'Finis Terrae', que comenzó a funcionar en enero de 2008, fue equipada entonces con 2.500 procesadores, con ocho gigabytes de memoria para cada uno, en una superficie de 140 metros cuadrados, y cuenta con 85 kilómetros de cable, aproximadamente la distancia entre Santiago de Compostela y la localidad coruñesa de Fisterra.

La "actualización" de esa supercomputadora ha sido financiada por el Ministerio de Ciencia con una ayuda de 177.000 euros, a los que ha añadido además 215.000 euros para facilitar el acceso tanto presencial como telemático por parte de investigadores de otros puntos de España u otros países.

El subsecretario de Planificación de Infraestructuras Científicas y Tecnológicas del Gobierno central, José Doncel, que participó en una conferencia de prensa junto a García Tobío y al director de Investigación y Desarrollo de la Xunta, Ricardo Capilla, recordó que 'Finis Terrae' estaba considerado en el momento de su instalación, hace ahora cuatro años, en el número cien de los mayores del mundo.

Donce hizo referencia a una lista de los mayores supercomputadores del mundo denominada "Top 500", del que el Cesga todavía exhibe en el acceso al 'Finis Terrae' una placa que recuerda que figuraba en el puesto cien, aunque meses después fue relegada a la mitad de ese catálogo, un año después a los últimos y desde entonces desapareció.

Capilla, representante de la Xunta y presidente del Cesga, dijo que no es "consciente de esos datos", señaló que la supercomputadora gallega continua siendo "una referencia en España y a nivel europeo" y rechazó que se haya convertido en un ordenador obsoleto.

Preguntado por el hecho de que ya no figure entre los más grandes del mundo, opinó que "ese no es el objetivo", consideró que Galicia debe "compararse con las regiones con las que puede compararse" y apuntó que "un centro de supercomputación deber dar servicio a la comunidad que realmente lo demanda".

"Quizá los momentos en que parecía que el dinero llovía del cielo han pasado y tenemos que ser capaces de optimizar al máximo los recursos, buscar eficiencia, sinergia y colaboración", comentó Capilla, quien aseguró que "el Cesga es una institución modélica" con "su peso específico en España y colaboración en proyectos europeos".

La supercomputadora dispone ahora de "mayor eficiencia energética", entre otras razones porque su funcionamiento tiene un "coste muy considerable", dijo Capilla.

El director del Cesga apuntó que la supercomputadora gallega se utiliza fundamentalmente para cálculo de modelos relacionados con la dinámica molecular para el diseño de nuevos materiales, nuevos fármacos, nuevas energías, para predicción meteorológica y de la situación de las mareas y el comportamiento de las masas oceánicas.

También apuntó que la supercomputadora permite elaborar nuevos diseños de cálculo y nuevos algoritmos matemáticos para hacer modelos más eficientes.

García Tobío indicó que en 2010 utilizaron esa supercomputadora un total de 448 grupos de investigación, de los cuales 290 eran de Galicia, incluidos en temas de automoción o de genómica, y una treintena de equipos de varios países.

El director del Cesga concluyó que el objetivo de ese organismo: "no es estar en el Top 500, sino dar una solución en el mejor tiempo posible a nuestros investigadores; lo demás de verdad no nos preocupa".