Según ha explicado a Efe el portavoz de la Agencia Estatal de Meteorología (Aemet), Ángel Rivera, la borrasca que ha causado el temporal de viento de las últimas horas era “de mucha intensidad y muy rápida”, de forma que “amaina rápidamente”.
Al acabar el día de ayer, los vientos fuertes habían terminado prácticamente en la mitad occidental de la península, aunque proseguían en la oriental, sobre todo en la zona del Mediterráneo, pero con tendencia a aflojar.
Ayer por la tarde el viento más intenso se registraba en Valencia, Palma de Mallorca y Mahón, con unos 90 kilómetros por hora, mientras que llegaba a los 70 kilómetros en Zaragoza.
En el Cantábrico, donde se habían llegado a medir vientos de hasta 198 kilómetros por hora en el Cabo Busto (Asturias), se fue debilitando hasta quedar en 25 ó 30 kilómetros/hora.
Los vientos que han soplado hasta ahora, del oeste y del noroeste, serán “mucho más flojos” y del suroeste con la nueva borrasca.
En el suroeste francés, el intenso temporal forzó a poner en alerta roja nueve departamentos durante buena parte de la jornada de ayer y dejó más de un millón y medio de hogares sin electricidad, además de cobrarse tres víctimas mortales.
Un automovilista murió tras caer un árbol sobre su vehículo, en el departamento de las Landas, mientras que su acompañante ha quedado gravemente herido, informaron fuentes oficiales.
En el mismo departamento, un hombre de 78 años también perdió la vida al ser golpeado por un trozo de chatarra que había arrastrado el viento, en Saint-Vincent-de-Tyrosse. Una tercera persona de 73 años falleció por un golpe de corriente, según la Prefectura.
