Esta compañía austríaca tiene a la dulce e ingenua Betty Boop como imagen de su marca, luciendo en sus piernas de muñeca las medias que revolucionaron la historia. Ahora el nombre suena más, resulta conocido por estar inspiradas en Anastasia Steele, la cándida protagonista veinteañera de “50 sombras de Grey”, una obra que ha superado en ventas a “Harry Potter”, según las noticias. Volviendo a las medias, la página Web nos muestra a la entrañable Miss Boop en ropa interior, con guantes largos y medias en una postura propia para exhibirlas con rigor y sensualidad, es decir, con liguero.
Las Wolford fueron las primeras que se hicieron sin costuras y con un hilado distinto a los usados hasta entonces, innovaciones que contribuyeron a su evolución hasta convertirlas en símbolo de distinción, principalmente porque no se trata de un complemento al alcance de todos los bolsillos. Su precio no baja de los veinte euros pero hay modelos que casi rozan los cien. Quizás por esa razón han sido calificadas como “medias de infarto”, más que nada por lo que le pueda pasar a la usuaria si tiene la mala suerte de engancharlas, hecho, por otro lado, tan circunstancial como corriente y puntual.
Bromas a un lado, el calificativo le viene porque vuelven las piernas imponentes, porque quien las lleva puede llegar a sentirse como la propia Anastasia Steele, es decir, merchandising, publicidad para vender el mayor número posible. A partir de la lectura de un artículo sobre moda y literatura firmado por L. Castilla, la memoria rescató otros detalles que no están muy ligados a ella pero sí que van y vienen como si fueran a lomos de las olas, por ejemplo, las plumas estilográficas con nombres de escritores, músicos y arquitectos, pañuelos de cuello, joyas y abanicos inspirados en pintores, bolsos, guantes y sombreros con las iniciales de artistas de cine. Y ahora son las medias, aunque si mi memoria sigue como hasta ahora, creo recordar que varias firmas de alta costura han dado su nombre a este complemento fundamental para realzar una de las partes del cuerpo que reafirma la feminidad de manera exclusiva. Convendremos en que por llevar unas medias caras, las piernas no van a ser espectaculares si éstas no están proporcionadas, sin embargo pueden hacerlas agradables a la vista y conseguir que quien las contempla obvie e incluso olvide ese pequeño detalle. Quizás esto sea lo que ocurre con Anastasia Steele, la protagonista de la novela, una joven cándida, cuyo rico amante le descubre su lado más salvaje.
El texto deja al lector la ilusión de imaginar pero todo desparecerá cuando la veamos en el cine, proyecto que ya está en camino. Lo siguiente en este proceso es la elección de la actriz que dará vida a Anastasia, quién se pondrá las Wolford. Hay varios nombres y el que suena con más fuerza es el de Emma Watson, Hermione en Harry Potter, quien parece cumplir el físico descrito por la autora E. L. James, “una joven pálida, con el pelo castaño y ojos azules demasiado grandes para su cara”. De esta forma se resarcirá por no haber conseguido encarnar a la martirizada Elisabeth Salander de la novela de Larsen. Incluso hizo el sacrificio de cortarse el pelo “a lo chico”. Lo único que logró fue quedarse sin melena. Cuando le preguntan ella ríe y niega. Tiene una trayectoria increíble con un futuro amplio y las Wolford le sentarían estupendamente aunque no tanto como a Betty Boop o a Jessica Rabbit. ¿Se las imaginan en la piernas de Bette Davis o en las de nuestra vedette Mª José Nieto? Un escándalo.