El dibujo del aire de Huelva tiene una peculiaridad respecto a otros núcleos urbanos. A primera hora de la mañana y última de la tarde, el tráfico genera una especial concentración de partículas ultrafinas, algo normal por la mayor afluencia de tráfico y sus emisiones de hollín.
Pero la diferencia llega a mediodía, cuando el efecto de la brisa desde la Punta del Sebo, con Atlantic Copper como protagonista, crea en el aire onubense un cóctel de elementos químicos (arsénico, selenio, bismuto, plomo, zinc, cobre, vanadio, níquel...) “que nada tienen que ver con el tráfico”, como señalan los investigadores de la Unidad Asociada CSIC-UHU ‘Contaminación Atmosférica’.
Estas emisiones serán especialmente vigiladas si sale adelante el borrador del Plan Nacional de Calidad del Aire y Protección de la Atmósfera 2013-2016, actualmente en estudio, y al que ha tenido acceso Viva Huelva.
Este documento (del Ministerio de Agricultura, Alimentación y Medio Ambiente) contempla por primera vez el estudio de las partículas ultrafinas. Concretamente, en su apartado 4, en el que se especifican diferentes medidas para fomentar la investigación, el desarrollo y la innovación, se llama a las administraciones competentes a fomentar e incentivar “la investigación, el desarrollo y la innovación para prevenir y reducir la contaminación atmosférica y sus efectos en las personas, el medio ambiente y demás bienes de cualquier naturaleza”.
En cuanto a las partículas en sí, el documento gubernamental establece el “desarrollo de estudios encaminados a aportar información sobre los niveles de componentes específicos en PM10 y PM2,5 en aire ambiente (metales y otros componentes traza, con especial interés en As-arsénico-, Cd-cadmio-, y Ni-níquel-) en diferentes regiones de España”.
Asimismo, se estudiará la “contribución de fuentes de partículas en emplazamientos con superaciones de los valores límite diarios. La identificación de las emisiones y causas de los niveles de partículas se puede abordar con mucha mayor fiabilidad mediante estudios de tipología de partículas captadas en los filtros de las estaciones de medición de la calidad del aire”. También se harán “estudios sobre Black Carbon, carbono elemental, carbono orgánico y partículas ultrafinas, para obtener valores de cara a posibles nuevos parámetros y valores límite, que sirvan de base para una postura oficial española”.
Lo que dice la Ciencia
¿Por qué en Huelva la lupa de este plan se centrará en Atlantic Copper y Cepsa? Por partes. Por un lado, la ardua investigación que dio como fruto la tesis ‘Origen y características de las partículas finas y ultrafinas en el aire ambiente de Huelva’, obra de Rocío Fernández, dejó bien a las claras el cóctel industrial que durante las horas centrales del día invaden el aire onubense, señalando a la fundición de cobre de la Avenida Francisco Montenegro como la principal emisora del peligroso arsénico. Los investigadores de la Unidad Asociada CSIC-UHU ‘Contaminación Atmosférica’, a la que pertenece Fernández, lo tienen claro: “Recibimos el impacto de una serie de ultrafinas que cada vez vemos con más luz que puede afectar a la salud”.
Por otro lado, Cepsa. Un estudio más reciente del Centro de Investigación Atmosférica Izaña (AEMET), en el que también participó el CSIC y la UHU, señalaba que las emisiones de las refinerías dan lugar a episodios “severos” de contaminación del aire urbano con partículas ultrafinas, muy por encima de la contaminación que genera el tráfico. Este estudio colocaba a Huelva como líder de concentración de partículas ultrafinas, seguida de Santa Cruz de Tenerife, y por delante de grandes núcleos urbanos como Sevilla, Barcelona, Londres, Milán, Lugano o Berna.
Por todos estos factores, Jesús Damián de la Rosa, investigador principal de la Unidad Asociada CSIC-UHU ‘Contaminación Atmosférica’, califica como “un logro” que el citado plan de calidad del aire contemple por primera vez el estudio del impacto de las partículas ultrafinas. Un hecho que la ciencia se afana por descubrir, y que aquí en Huelva tiene a las todopoderosas Atlantic Copper y Cepsa como sus principales artífices.
