A la tercera fue la vencida. El parque González Hontoria se llenó ayer al fin de mascotas después de dos intentos frustrados por el mal tiempo en una jornada que volvió a registrar un lleno de público y en la que se vio a los animales más abrigados de costumbre por las bajas temperaturas. Una vez más los reyes del Hontoria fueron los perros, había casi medio millar inscritos, y si a esta cifra se les suma los que sus propietarios llevaron de paseo fuera de concurso el resultado era el espectáculo que familias al completo pudieron encontrarse al mediodía, ya que pudo verse hasta a alguna mascota siguiendo las tendencias de la temporada.
Los canes camparon a sus anchas y en sus desfiles algunos llegaron a lucir hasta abrigos con estampados de leopardo o pink con collar a juego incluido. Era el día de su bendición y muchos de sus dueños no desperdiciaron esta oportunidad para presumir de mascota y vestirla con sus mejores galas, lo que se tradujo en simpáticos adornos como el pañuelo rojo de lunares que lucía un labrador, o incluso las cestas que llevaban en la boca los más aventajados. Un año más los boxers, los bulldogs, los labradores, los yorkshire fueron los más numerosos, aunque tampoco faltaron dálmatas, los altísimos ejemplares de la raza gran danés, pastores alemanes, bodegueros, galgos o chiguaguas. Ellos mandan, pero por supuesto no fueron los únicos que pusieron los pies en el González Hontoria. Desde caballos, gatos hasta periquitos, conejos, hamster, canarios, serpientes,..ayer todos querían pasear a su mascota, y un año más los que más disfrutaron en San Antón fueron los más pequeños.
A más de uno le costaba no perder el control y mantener firme a sus perros fuera y dentro del desfile y para la mayoría uno de los momentos más especiales fue cuando el padre Fuego, a la altura de la Tribuna, realizó la bendición y sonaron los acordes del Himno de Andalucía. Los más afortunados hasta volvieron a casa con premio ya que se entregaron hasta 350 trofeos y 500 medallas.
Una de las novedades de este año fueron los talleres y actividades para niños y sus animales, totalmente gratuitos, de “Efecto Huella” y “Centro Educativo Jerez” para adquirir nociones tan necesarias como el lenguaje canino para prevención de mordidas y manejo del perro. No faltaron los concursos de pinturas para que los pequeños dibujasen a su mascota y con premio sólo por participar, y los castillos hinchables en los que decenas de familias tuvieron que finalizar la mañana. Ayer en todas ellas había uno más, era su mascota, para algunos todavía la “reina de su casa” pese a la que está cayendo con tanto abandono.
