A modo de crónica de la semana, el presidente del Banco Central Europeo, Mario Draghi, ha comparecido para no decir nada porque las condiciones no han variado sustancialmente con respecto a la última comparecencia, con lo que no hay rebaja de tipos ni ninguna otra medida para reactivar la economía como hace la Reserva Federal de EEUU o el Gobierno japonés.
Lo único que se ha salido del cauce de su lacónica intervención es que España debe bajar los impuestos y los gastos “improductivos”, pero ni una referencia a que la parálisis de la principal entidad económica europea tenga algo que ver con las elecciones alemanas del otoño.
En España, la Asamblea de Madrid quiere reducir a la mitad el número de diputados regionales y se encuentra con la oposición de los partidos de izquierda y el único apoyo de Unión, Progreso y Democracia.
El rechazo es porque el PSOE e Izquierda Unida consideran que se trata de una medida demagógica. Aunque hay que aclarar que el argumento es un argumento político y que posiblemente no tenga nada que ver con lo que opinaría buena parte de la ciudadanía, teniendo en cuenta que las opiniones de la gente de a pie y de la clase política cada vez son más divergentes. Por cierto, tampoco se ha aclarada si el concepto de gasto “improductivo” del que hablaba Mario Draghi tiene algo que ver con lo que se pretende en Castilla-La Mancha.
Y finalmente, en San Fernando la procesión va por dentro, aunque no se plantean reducir concejales. Pero se ha celebrado la Bendición del Mar en la Carraca; la plantilla del Hospital San Carlos ha salido a la calle para agradecer el apoyo de la ciudadanía a la manifestación del 7 de marzo y de camino recordar que siguen esperando y en la calle Real se ha montado un año más el mercado de las Cortes que organiza Acosafe para revitalizar el centro. Por cierto, este año no ha venido el burro.
