La piscina cubierta municipal mejorará de manera considerable en aislamiento térmico y eficiencia del consumo energético. Son las claves sobre las que pivota la reforma de un edificio que podría reabrir sus puertas a partir de mediados del próximo julio. Una delegación municipal ha conocido hoy de cerca el ritmo de los trabajos que acomete la empresa municipal Urtasa.
Desde el suelo y hasta el techo, los muros interiores de la piscina han quedado revestidos con nuevos azulejos. Además, a lo largo de todo el cerramiento exterior se ha incorporado una doble cámara de aire que favorece el aislamiento térmico del edificio.
En altura, se ha procedido a la limpieza y posterior pintura anticorrosiva de toda la estructura metálica que soporta la cubierta exterior. También aquí se ha buscado la eficiencia energética con la incorporación de un falso techo de paneles que contrarrestará la dispersión de las fugas.
En síntesis, la reforma acometida en la piscina busca readaptar su estructura interior con criterios de eficiencia y ahorro energético.
Lo explicaba así Carlos Rondón de la empresa municipal Urtasa que dirige las obras. “En un edificio carente hasta ahora de ningún tipo de aislamiento térmico, hemos primado el tratamiento de los sistemas aislantes en fachadas y cerramiento para evitar las constantes fugas de calor”.
Otro capítulo destacado de las obras está permitiendo la renovación completa de las baldosas que recubren el vaso de la piscina. La zona se ha cubierto con baldosas cerámicas de gran tamaño que ofrecen mejores prestaciones de seguridad e higiene.
Además todo el reciento incorpora un nuevo sistema de climatización que garantiza el mantenimiento de la temperatura del agua y el aire, y nueva iluminación de bajo consumo energético.
En la visita girada hoy a las obras en marcha, el concejal de Deportes, Juan Antonio Torán destacaba el calado de una reforma esperada por los usuarios de las instalaciones deportivas. “Se trata de un reforma de envergadura que sin duda requiere un tiempo que merece la pena. Cuando los ciudadanos y usuarios accedan a la piscina remodelada pondrán disfrutar de unas condiciones excepcionales”.
Otras actuaciones, como la rehabilitación de las duchas que conectan con los diferentes vestuarios, tratan de dar respuestas el paulatino desgaste de un edificio abierto a diario.
Tras catorce años desde la apertura de la piscina, las actuales obras tratan de adaptar el acondicionamiento interior del edificio para mejorar el día a día de su funcionamiento. Lo destacaba así el alcalde, Juan Andrés Gil que apuntaba a que “en realidad ahora se está culminando y rematando una obra acometida hace catorce años. El proyecto que se ejecutó con mucha ilusión por aquel entonces era sin duda carente. No incorporaba ningún aislamiento y ha venido generando un alto coste de energía para el mantenimiento de los diferentes sistemas. Es lo que ahora pretendemos atajar. No solamente estamos rehabilitando y mejorando, sino terminando un proyecto inacabado”.
Las obras de mejora acometidas por la empresa municipal URTASA podrían culminar en el próximo mes de julio.