La mayoría de los jugadores del Xerez, excepción hecha de aquellos que han negociado sus rescisiones de contrato como fueron en su momento los casos de Patiño, Keita o Adrián o ahora de Manu Redondo, han denunciado las deudas que el club mantiene con ellos ante la Comisión Mixta, siguiendo las instrucciones de la AFE, el sindicato de jugadores. Los jugadores tienen asegurado el cobro de sus emolumentos, pero no es menos cierto que para que esos dineros les lleguen tiene bien que pagar el club o bien tienen que denunciarlo para que los ingresos lleguen vía AFE o vía Liga de Fútbol Profesional, dentro de las cantidades que les corresponde al Xerez por el descenso de categoría.
En su edición del pasado domingo, nuestro fraternal colega Información Jerez apuntó que el cuadro xerecista podría descender también administrativamente por los impagos a los jugadores. Eso llevaría al club, de seguir vivo, a la Tercera División. Incluso los jugadores, a través de AFE, tienen conocimiento de que va a ser tremendamente complicado que el Xerez o, en su caso, el nuevo club nacido del seno del xerecismo, pueda jugar en Segunda B o en Tercera División.
Hay que recordar que los jugadores que quedan en estos momentos con contrato en vigor son Toni, Manuel Ruz, David Prieto, Álvaro Rey (que está probando en el Toronto canadiense), Adri Cuevas y Gonzalo Poley, que regresan después de sus respectivas cesiones al San Fernando y al Atlético Sanluqueño, y José Vega, aunque la continuidad del jerezano depende de una cláusula optativa, ya que podría seguir en Segunda B reduciéndose sus emolumentos en un porcentaje cercano al cincuenta por ciento. El resto de jugadores están liberados y en muchos de los casos ya han encontrado acomodo en otros equipos, como son los casos de Bruno Herrero, Manue Redondo, Raúl Cámara, Rueda o Marquitos, amén de Rafa García, que ha retornado al Rayo Vallecano, o Lucas Porcar, que lo ha hecho al Real Zaragoza.
La mayoría de los jugadores que siguen en el club xerecista están buscando nuevos destinos ya que entienden, por las informaciones que les llegan de su sindicato, que va a ser muy complicado que el equipo siga en la Segunda División B.
Pero si esa es la situación de los jugadores, la situación de los empleados es aún mucho peor, ya que no cobran las cantidades de los jugadores y ya se han cumplido tres mensualidades sin recibir dinero. Hay casos extremos y en muchos otros la solidaridad de los propios compañeros está salvando la situación. Los afectados son los componentes de la administración, del cuerpo técnico, así como médicos y fisios y utilleros y personal de la tienda del club. Rafael Mateos se reunió ayer mismo con los empleados del club dándole cuenta de cómo está la situación y se los intentos que se van a hacer para que, al menos, cobren los que en estos momentos se les adeuda.
