La piloto de Fórmula 1 María de Villota confesó este jueves que su meta era lograr un volante oficial en el 'gran circo' en este 2013, algo más de un año después de su grave accidente en el aeródromo de Duxford (Reino Unido), y deseó suerte a la escocesa Susie Wolff en las pruebas para jóvenes pilotos en el circuito de Silverstone para que las niñas como lo fue ella "tengan un referente" en la parrilla.
"La Fórmula 1 es un mundo muy competitivo. ¿Hasta dónde hubiera llegado? El plan era conseguir un volante oficial para 2013, pero no creo en los planes B porque eso te quita el foco del Plan A. Pero ése era el objetivo, pilotar un coche oficial para este año", desveló María de Villota en un encuentro organizado por el Consejo Superior de Deportes (CSD) y la Agencia Española de Protección de la Salud en el Deporte en los cursos de la Universidad Internacional Menéndez Pelayo (UIMP) en Santander.
De Villota, hija del expiloto español de F1 Emilio de Villota, "que fue uno de los primeros españoles, pero no el primero", dijo que siente un sentimiento "de conquista, de orgullo" cuando le preguntan por Susie Wolff y por la posibilidad de que conduzca un coche oficial en la Fórmula 1. "Esta es la segunda vez y es una oportunidad por la que ha luchado mucho tiempo. La otra vez me dijo: 'Allí no he pilotado yo sola, lo hemos hecho las dos. Ése fue un regalo", recordó.
En este sentido, espera que Wolff puede cumplir el sueño que ella ambicionó hasta que el 3 de julio del año pasado un accidente casi le costó la vida, le hizo perder el ojo derecho y truncó para siempre su carrera deportiva. "Lo que no nos podemos permitir es que las niñas que sueñan con ser pilotos no tengan con quién proyectarse en la parrilla. Ojalá tenga un hueco", deseó.
La piloto madrileña recordó cómo le surgió la posibilidad de probar un monoplaza en el circuito Paul Ricard el 3 de agosto de 2011, después de hablar con el patrón Bernie Ecclestone en el Gran Premio de Valencia. "Me preguntó: '¿Estás preparada?'. Y yo pensé mucho hasta que le respondí: 'Lo que importa no es lo que piense yo sino lo que dice el crono'", evocó la expiloto probador de Marussia, que dijo que "desayuno, como y ceno coches".
Después del grave accidente, la escala de valores ha cambiado en María de Villota, que afronta la vida con "valores", "gratitud", "humor", "compromiso", "alerta", "esperanza", "determinación" y en la que es importante el "equipo" y la "pasión". "Mi pasión por los coches es esencial, pero ahora voy más despacio en la vida", aseguró.