Se esperaba con inusitada impaciencia conocer la sanción después de los incidentes sucedidos ante el San Benito dos jornadas atrás. El partido, que tuvo que detenerse ante el lanzamiento de piedras, bengalas, petardos e intento de agresión, finalizó con 0-2 favorable al equipo portuense.
El Comité de Competición ha decretado sancionar con un partido a José Pazos Perdigones “por insulto o amenazas a un jugador contrario” y a Juan M. García Gutiérrez con dos partidos “por emplear actitudes airadas contra un contrario sin llegar a constituir agresión“, ambos jugadores del equipo jerezano.
También una multa de 100 euros y cierre de sus instalaciones por un partido “por incidentes de público” y “decretar la finalización del partido con el resultado que reflejaba el marcador en el momento de la suspensión (0-2) favorable al Recreativo Portuense”.
Ni que decir tiene que las actitudes antideportivas quedan fuera de cualquier lugar y justificación, pero sorprende la multa al Recreativo Portuense, llamando especialmente la atención su cuantía. La entidad ha sido sancionada justo con la mitad, siendo ésta de 50 euros, todo ello tras el escupitajo que recibió el linier en el partido en El Juncal ante el CD Rivera.
Dicho incidente es el único y exclusivamente el recogido en el acta del árbitro sanluqueño Miguel Benítez Maceas. Ni que decir tiene, que la presencia policial en las instalaciones deportivas no es obligatoria para estas categorías, pero sí necesaria para el caso de que el trío arbitral así lo determine, tal y como ocurriera el pasado domingo.
