No pudo ser más desagradable la sorpresa que se llevaron los vecinos de Torreguadiaro al darse cuenta el lunes de que una máquina excavadora estaba haciendo una gran zanja en una zona de lavado de coches situada junto al Hotel Las Camelias. Allí se preparaba el terreno para instalar un surtidor de gasolina, en una zona con numerosas viviendas a su alrededor, una antigua escuela infantil dedicada hoy día a actividades vecinales y un establecimiento hotelero. Se habían olvidado ya del proyecto, después de que hace un par de años la misma Policía Local consultara puerta a puerta la opinión vecinal al respecto. Incluso la Asociación de Vecinos Torrelaguna remitió un escrito al Ayuntamiento “en el que se explicaba al alcalde que no había ni un solo vecino en todo Torreguadiaro que estuviera a favor”, explicaba ayer a VIVA CAMPO DE GIBRALTAR el presidente del colectivo, Francisco Jiménez.
Traición a la barriada
Es más, hace escasamente un mes, en una ronda de reuniones que mantuvo el alcalde, Juan Carlos Ruiz Boix, con las barriadas, le preguntaron por ese proyecto “y se quedó callado, cuando había firmado el decreto autorizando el surtidor de gasolina tres o cuatro días antes”, señalaba Jiménez. “Ruiz Boix ha traicionado a la barriada”, se lamentaba. “Nos ha engañado como a chinos”, decía al respecto el propietario del Hotel Las Camelias, José Enrique gallardo, que ayer mismo tuvo que llamar a la Policía Local para que levantara acta de que se comenzaba a desprender “arenilla” en algunas habitaciones de su establecimiento como consecuencia de los trabajos que se acometían a pocos metros de su hotel: “Están haciendo un boquete de cinco metros a tres metros de mis instalaciones. El hotel ha temblado, igual que ha sucedido en otras casas de alrededor.
Motivos de la oposición
No es ningún capricho. Los vecinos tienen miedo de que se instale un surtidor de gasolina cerca de sus viviendas, por los peligros que conlleva y por la repercusión que tendrá en una zona totalmente turística.
Por todo ello han anunciado a VIVA CAMPO DE GIBRALTAR que presentarán alegaciones antes del sábado, fecha límite para poder hacerlo. En principio podrían presentarse alegaciones tanto a nivel particular como de colectivos.
Ayer mismo se producían varios encuentros para ir poniendo en orden todos los aspectos que consideran que vulneran la legalidad del expediente. Una vez se les haya dado forma, las presentarán en el Ayuntamiento de San Roque con el fin de paralizar el expediente que, según dicen, ha salido adelante “porque el alcalde ha firmado un decreto sin consultarle a nadie”. Jiménez añade que, en caso de que sea necesario, “nos manifestaremos donde sea necesario”.
Así, los vecinos anuncian ponerse en pie de guerra, entre otras cosas, porque ven innecesario el proyecto cuando hay otra gasolinera a escasos 200 metros.
