La primera dama de Estados Unidos, Michelle Obama, ha dicho este lunes que no entrará en política después de dejar la Casa Blanca, descartando de esta forma los rumores que apuntaban a que podría seguir los pasos de su antecesora, Hillary Clinton, y dar el salto al Senado.
En un evento que tenía como objetivo la promoción de políticas laborales favorables a la familia, la esposa del presidente Barack Obama ha sido preguntada sobre si su próximo movimiento sería político.
"No, no va a ser político. Definitivamente no lo será. Será algo basado en misiones, enfocado al servicio" ha asegurado Michelle Obama en declaraciones a la cadena estadounidense ABC.
Así, la primera dama trataría de aplacar las recientes especulaciones que la situaban en el Senado de Estados Unidos una vez que terminase el mandato de su marido, a principio de 2017.
La exprimera dama Hillary Clinton fue elegida por primera vez para ejercer en el Senado en 2000. Posteriormente, se convirtió en secretaria de Estado con Obama tras perder frente a él en la carrera para convertirse en el candidato presidencial demócrata de 2008.