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Provincia de Granada

El acusado de matar a su ex y profanar su cadáver: \"La apuñalé y no paré hasta que se cayó al suelo\"

La defensa, por su parte, enmarca los hechos en un delito de homicidio, por el que acepta una pena de 10 años, o, asesinato, con las atenuantes de consumo de alcohol, arrebato y confesión de los hechos, por el que, en ese caso, aceptaría una pena de 15 años

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La Audiencia Provincial de Granada ha acogido este lunes la primera sesión del juicio contra el acusado de asesinar de 18 puñaladas a la que había sido su exnovia y después profanar su cadáver, en el domicilio que habían compartido, en Granada capital, y, ante el jurado que lo juzgará durante los próximos días, ha reconocido el crimen, aunque ha indicado que estaba afectado por el consumo de bebidas alcohólicas: "Empecé a apuñalarla y hasta que no se cayó al suelo no paré, pero no estaba pensando en hacer daño", ha llegado a decir.

   El procesado, de 38 años e iniciales O.C.T., se enfrenta a un total de 25 años de prisión por un delito de asesinato con la agravante de parentesco, y otros cinco meses más de cárcel por otro de profanación de cadáveres, que es lo que solicitan para él tanto la Fiscalía como la acusación particular --que ejerce la madre de la víctima-- y la acusación popular --que representa a la Junta de Andalucía--.

   La defensa, por su parte, enmarca los hechos en un delito de homicidio, por el que acepta una pena de 10 años, o, asesinato, con las atenuantes de consumo de alcohol, arrebato y confesión de los hechos, por el que, en ese caso, aceptaría una pena de 15 años.

   El inculpado, que ha afirmado que intentó suicidarse hasta en dos ocasiones después de apuñalar mortalmente a su ex, ha explicado que la relación sentimental se había iniciado un año y medio antes a los hechos, que se remontan al 9 de julio de 2013, pero que ésta se había deteriorado en los últimos meses, lo que había llevado a su novia, que tenía entonces 29 años, a cesar la convivencia.

   Por eso, él decidió rescindir el contrato de alquiler y llamó a la que había sido su pareja para que le ayudara a recoger las cosas. Al llegar a la vivienda, situada en la calle Escritor Miguel Toro, ella, según ha afirmado, le echó en cara que estuviera bebido, y, poco después, iniciaron una discusión por ese motivo, en el transcurso de la cual, y ante los requerimientos del inculpado, la joven admitió que mantenía una relación con un amigo que tenían en común.

   Entonces, y cuando ella se encontraba en la cocina, donde iba a fregar los platos, el acusado ha explicado que cogió un juguete de cuerda de su perra que utilizó para intentar estrangular a su expareja, que consiguió darle un golpe en la cara con una ensaladera y forcejear con su agresor.

DEJÓ EL CUCHILLO CLAVADO EN SU CUERPO

   Sin embargo, éste consiguió asir un cuchillo, con el que le empezó a dar puñaladas, 18 según el informe forense, aunque él no recuerda el número: "Por culpa de ser cocinero tuve la mala suerte de tener esa habilidad. Empecé y hasta que no se cayó al suelo no paré, pero no estaba pensando en hacer daño", ha indicado, afirmando que no pudo sacar el arma del cuerpo de la joven y que había ingerido tres litros de cerveza antes de que su ex llegara.

   Después, pensó en suicidarse e intentó, según ha dicho, cortarse las venas metido en la bañera, pero no lo consiguió, y entonces decidió marcharse a Almuñécar, donde los padres tienen un apartamento, y tirarse desde un peñón para matarse, lo que tampoco logró. Antes de irse, cogió la mochila que la víctima había llevado hasta allí, y, al ver que ella se había querido llevar unos juguetes sexuales que habían comprado juntos, reaccionó con el objetivo de resarcirse, y con el artículo profanó su cadáver, introduciéndoselo junto con otro objeto en ano y vagina.

   A continuación, cogió a su perra y se dirigió a tomar un taxi, para que lo llevara a Almuñécar. Una vez allí, siguió bebiendo y llegó a llamar, según ha admitido, a la jefa de su ex, a la que le "mintió" diciéndole que la chica se había tenido que marchar a Ciudad Real porque "habían matado a su madre".

   El procesado ha dicho no recordar más detalles de lo sucedido, salvo que fue detenido. Según ha indicado a preguntas de su abogado, tiene problemas con el alcohol desde los 17 años, y de hecho le han llegado a despedir de hasta cuatro trabajos por esa razón.

   Tras su declaración, la vista se ha dado por finalizada y continuará este martes en la Audiencia, con la declaración de los testigos propuestos por las tres acusaciones y la defensa.

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