La desesperación de los inmigrantes origina que cada día sorprendan con métodos distintos para intentar cruzar el Estrecho de Gibraltar clandestinamente. En los últimos días se ha advertido que se esconden entre fangos para eludir los controles policiales.
Esta nueva táctica, según han informado a Efe fuentes policiales, se ha detectado tras ser descubiertos varios inmigrantes argelinos escondidos en los contenedores que cada varios días transportan estos residuos desde Ceuta hasta la península para su posterior tratamiento.
Estos fangos o lodos son generados en la Estación Depuradora de Aguas Residuales (EDAR), una instalación situada junto a la costa sur del Estrecho. La depuración del agua consigue extraer del agua la contaminación pero produce los residuos, concentrados, de todo lo que el agua llevaba.
Los fangos procedentes de las decantaciones reciben un tratamiento especial hasta que son susceptibles de ser tratados como residuos sólidos urbanos o incinerados o bien para ser reutilizados como abono en la agricultura u otros usos, motivo por el cual tienen que ser trasladados fuera de Ceuta al no tener la ciudad ninguna instalación para su aprovechamiento posterior.
Hasta hace unas fechas, estos mismos inmigrantes se escondían en los camiones de basura que también son trasladados desde Ceuta hasta Cádiz para su tratamiento. Sin embargo, unas mayores medidas de seguridad en la planta de transferencia han permitido que los accesos a esta instalación sean muy complicados de superar por estos inmigrantes.
Por esta circunstancia, los inmigrantes han cambiado su escenario y en lugar de asaltar la planta de transferencia ahora lo intentan en la EDAR, situada tan solo unos doscientos metros ladera abajo.
La Guardia Civil ha constatado que estos intentos suelen ser protagonizados por inmigrantes argelinos que suelen esconderse cerca de la EDAR o bien en las inmediaciones del puerto ceutí, aprovechando cualquier descuido para introducirse en estas bateas.
Los argelinos suelen llevar a cabo esta acción a sabiendas de que en el supuesto de ser interceptados no pueden ser repatriados ya que Marruecos no acepta a los nacionales de Argelia, además de que la mayoría tiene trámites de asilo en proceso de ser resueltos, por lo que son detenidos y luego puestos en libertad.
Fuentes de la Guardia Civil han dicho a Efe que se trata de una táctica nueva pero muy arriesgada, sobre todo teniendo en cuenta la falta de aire que tienen los inmigrantes en el recipiente que ocupan, lo que pone en serio riesgo sus vidas y pueden fallecer por asfixia, ya que los contenedores se cierran herméticamente.
La pasada semana, la pericia de la Guardia Civil permitió descubrir en uno de los contenedores a nueve inmigrantes argelinos, que tuvieron que ser atendidos por la Cruz Roja debido a su delicado estado de salud. Ninguno fue evacuado al hospital pero sí precisaron asistencia médica.
La inmigración ilegal ha encontrado ahora en los fangos un nuevo lugar para cruzar hasta la península, aunque sea a riesgo de perder la vida en el intento.