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sociedad

Obispos e Iglesias cristianas denuncian un "antigitanismo" verbal y de acción en toda Europa

"La situación actual de muchas personas romaníes en toda Europa es lamentable. Los problemas principales son el anti-gitanismo verbal y de acción en toda Europa, el alto nivel de desempleo, la falta de formación profesional y, en consecuencia, la extrema pobreza", subrayan

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El Consejo de Conferencias Episcopales de Europa y la Conferencia de Iglesias Europeas, que representa a las Iglesias de las diferentes ramas del Cristianismo en Europa, han publicado un comunicado con motivo del Día Internacional del Pueblo Gitano, que se celebra este miércoles, en el que denuncian el lenguaje y las acciones contra los gitanos en Europa y piden a sus comunidades que ayuden a este pueblo.

   "La situación actual de muchas personas romaníes en toda Europa es lamentable. Los problemas principales son el anti-gitanismo verbal y de acción en toda Europa, el alto nivel de desempleo, la falta de formación profesional y, en consecuencia, la extrema pobreza", subrayan.

   Ante esta situación, los prelados y las iglesias cristianas piden a sus comunidades "que sean cada día más abiertas ante la realidad de los gitanos romaníes, que muchas veces son excluidos y viven en la pobreza al margen de la sociedad". A su juicio, la cultura gitana es "un don del Creador, que merece respeto y apoyo".

   Concretamente, destacan que, a pesar de las "dificultades experimentadas a lo largo de su historia", el pueblo gitano ha mantenido "una cultura rica que incluye valores como la vida familiar, el amor por los niños, la fe en Dios, el respeto hacia los difuntos, el placer de la música y la danza".

   En todo caso, admiten que también se pueden observar algunas tendencias positivas en la sociedad europea como el aumento del número de jóvenes romaníes que estudian en las escuelas superiores y la universidad y la mayor sensibilidad hacia la población gitana.

   Según recuerdan, las Iglesias cristianas, los sacerdotes, los pastores y los fieles laicos han intentado ayudar y ayudan a las comunidades gitano-romaníes a mejorar su integración social que "no debe confundirse con asimilación".

   Esta ayuda, según precisan, pasa por la enseñanza post-escolar, los servicios médicos, las ayudas alimenticias, la consulta legal y otras formas de asesoramiento.

   Los obispos apuntan que "trabajar por la Justicia significa trabajar por la reconciliación con el pasado" y, por ello, apuestan por "construir relaciones justas con el pueblo romaní y comprometerse en la difícil pero esencial tarea de la restauración y la reconciliación".

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