Venezuela radicalizó su postura contra el contrabando hacia Colombia y la violencia en la zona fronteriza occidental declarando el estado de excepción en esa área del estadio Táchira por al menos 60 días así como la clausura hasta nuevo aviso de los pasos hacia el país vecino por esa entidad.
El presidente Nicolás Maduro anunció estas medidas como necesarias para restablecer la paz y el orden en la zona, decisiones que para la oposición sin embargo buscan suspender los comicios legislativos de diciembre "ante su inminente derrota" en el caso del estado de excepción.
"Anunciar que como parte de las medidas para restablecer el orden, la paz, la tranquilidad, la justicia y una frontera verdaderamente humana he decidido activar un estado de excepción constitucional (...) en los municipios fronterizos Bolívar, Ureña, Junín, Capacho libertad y Capacho independencia", anunció Maduro desde el palacio presidencial en Caracas.
El miércoles el gobernante reveló que tres uniformados y un civil fueron heridos "con armas largas" por dos motorizados cuando fueron descubiertos tratando de pasar mercancía de forma ilegal hacia Colombia.
Las subvenciones a la gasolina -la más barata del mundo- o a determinados alimentos y productos de higiene personal en Venezuela suponen amplios márgenes de ganancias para los contrabandistas y han facilitado esta práctica ilegal, sobre todo hacia Colombia, a través de la frontera de 2.219 kilómetros que comparten ambos países.
Para afrontar este problema, Maduro ya puso en marcha una serie de prácticas hace semanas, como cerrar la misma frontera durante la noche, a la que se sumó el miércoles un "operativo especial" para capturar a los responsables de herir a estas cuatro personas, búsqueda para la que ha recibido apoyo desde el lado colombiano.
Maduro aseguró hoy que la decisión de declarar el estado de excepción en la zona la tomó "obligado por las circunstancias" derivadas del "ataque masivo" del miércoles, y advirtió de que la misma "faculta ampliamente" a las autoridades para, dijo, "restablecer con la Constitución el orden, la paz, la convivencia" en esta región.
Indicó que 2.500 militares han sido desplegados en la zona para colaborar en la búsqueda de los responsables.
Con anterioridad, el jefe de la Región Estratégica de Desarrollo Integral Andina, Efraín Velasco, informó de la inutilización de un campamento "utilizado por terroristas paramilitares".
El responsable del operativo especial en la frontera tachirense, comandante Emilio Ceballos, aseguró que los pasos del oeste venezolano se encontraban por entonces "en completo orden y calma".
Maduro entregó el decreto al presidente de la Asamblea Nacional, Diosdado Cabello, presente en la reunión con varios de los integrantes del Ejecutivo para que comience el procedimiento legal para la aprobación del mismo en el Parlamento y el Tribunal Supremo de Justicia.
El jefe del Ejecutivo comentó que esta será la primera ocasión en la que se activa esta posibilidad constitucional "para su aplicación regional" y que su periodo de vigencia será de 60 días "prorrogables por 60 días" más.
"Aspiro que en estos 120 días nosotros vayamos a fondo a restablecer la paz, la convivencia, el derecho al trabajo y vayamos a extirpar (...) profundamente estos tumores malignos que el paramilitarismo colombiano, las bandas criminales de Colombia, han traído" a Venezuela, agregó.
Además de esta novedosa decisión, anunció también la prolongación de forma indefinida de la orden del cierre fronterizo de 72 horas que iba a culminar en la madrugada del domingo "hasta que regularicemos nuestra vida económica, social, hasta que capturemos a los asesinos queda cerrada esa frontera".
Solicitó, además, que se adelante la reunión prevista para el próximo 14 de septiembre entre las ministras de Exteriores colombiana, María Ángela Holguín, y venezolana, Delcy Rodríguez, para tratar de la situación actual de la zona fronteriza.
"Eso tiene que ser pronto, el lunes o el martes que viene, que ya en las condiciones que está esa frontera nosotros no podemos perder una día", dijo, y señaló que, además, desea conversar con su homólogo colombiano, Juan Manuel Santos, sobre el asunto.
"No podemos dejar a la posteridad regiones fronterizas sin nada por el crimen, el paramilitarismo, el descuartizamiento de gente, donde el que puede más es el que tiene los grupos armados", sostuvo.
Sin embargo, la opositora Mesa de la Unidad Democrática (MUD) señaló que con el decreto de estado de excepción el Ejecutivo busca suspender las elecciones legislativas del próximo 6 de diciembre ante lo que prevé como "su derrota inminente".
En un comunicado la coalición hizo un llamamiento a la Organización de Estados Americanos (OEA), los cancilleres de Unasur y a toda la comunidad internacional ante lo que considera que "puede ser la vía de escape usada por el oficialismo para evitar una derrota" en diciembre.
Desde la plataforma consideraron este decreto "inadecuado y extemporáneo", y lo calificaron de "insólito por desproporcionado (...) a sólo 109 días de unas cruciales elecciones parlamentarias".