Al menos seis civiles murieron y otros veinte resultaron heridos anoche en la ciudad de Al Raqa, feudo principal del grupo terrorista Estado Islámico (EI) en Siria, por bombardeos de la coalición internacional a camiones cisterna con petróleo, informaron hoy activistas.
En declaraciones telefónicas a Efe, el director del Observatorio Sirio de Derechos Humanos, Rami Abderrahman, no descartó que el número de víctimas mortales aumente, porque algunos heridos están graves y hay cadáveres que han quedado totalmente despedazados, por lo que no han podido ser incluidos en el recuento.
En la última semana, tanto la coalición, liderada por EEUU, como Rusia han lanzado ataques aéreos contra depósitos y vehículos para el traslado de crudo en zonas controladas por el EI.
Los bombardeos en Deir al Zur han ocasionado la destrucción de decenas de camiones cisterna, la mayoría pertenecientes a ciudadanos sirios e iraquíes que comerciaban con el petróleo en mercados locales.
Abderrahman señaló que el precio del crudo originario de los yacimientos dominados por los yihadistas en Siria se ha incrementado un 80 % en las zonas donde se vende por la negativa de los conductores de camiones a adentrarse en áreas bajo el control de los extremistas por temor a ser objetivo de bombardeos.
El activista indicó que ese petróleo es comercializado en distintas partes de Siria, tanto en las que están en manos del EI como en otras fuera del control de este grupo.
Ayer, el jefe del Estado Mayor del Ejército ruso, Andréi Kartapólov, anunció que la aviación de su país centró sus bombardeos en el territorio sirio en las columnas con camiones cisterna que suministran petróleo al EI entre Siria e Irak.
El domingo, la fuerza aérea estadounidense atacó por primera vez más de un centenar de vehículos que los radicales usaban para el transporte de crudo cerca de la ciudad siria de Al Bukamal, fronteriza con Irak, donde destruyó 116 camiones, reveló el Mando Central de EEUU.
Los bombardeos contra el EI se han intensificado en Siria después del atentado del viernes en París, reivindicado por esta organización, que causó 129 muertos y más de 300 heridos.
