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El TS ratifica las condenas por el incendio de Virgen de las Nieves

Se rechazan de este modo los recursos interpuestos a los dos acusados con mayores penas

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  • El incendio del edificio situado en la calle Virgen de las Nieves se saldó con la muerte de un joven y un bebé. -
El Tribunal Supremo (TS) ha resuelto ratificar las penas de cárcel impuestas por la Audiencia Provincial de Cádiz para los condenados por el incendio originado en el edificio de la calle Virgen de las Nieves en el año 2005, resultado del cual fallecieron un hombre de 21 años y su hija de once meses. 
J. C. L. afirmó en el juicio que el consumo de alcohol y drogas le llevó a cometer el delito
La sentencia, por lo tanto, ha desestimado los recursos de casación interpuestos por dos de los tres imputados por estos hechos, los que recibieron una condena mayor por los hechos acaecidos, concretamente 18 y 14 años de cárcel. El tercero de los imputados fue condenado a dos años de cárcel por omisión del deber.

La sección primera de la Audiencia Provincial, que celebraba el juicio en junio de 2008, condenó a J.C.L. en concepto de autor de los delitos de incendio, concurso en dos asesinatos y tres de lesiones a la pena de prisión de 14 años. Además, con la eximente incompleta de enajenación mental, se le impusieron medidas de seguridad de internamiento por un tiempo máximo de 20 años, por lo que deberá ingresar en un psiquiátrico. 

Por su parte, A.F.G. fue condenado por los mismos delitos a una pena de 18 años de prisión, mientras que a J.F.P.S. fue condenado a dos años de prisión por omisión del deber de impedir que sus compañeros llevasen a cabo sus intenciones. Además, J.C.L. y A.F.G. fueron condenados a no poder entrar en el término municipal de Rota por el tiempo de 19 y 23 años.

Un asunto de drogas 

Los hechos a los que se refiere esta ratificación de sentencia tuvieron lugar en septiembre de 2005, cuando los tres acusados fueron a comprar cocaína. Los condenados se desplazaron en un coche hasta la calle Virgen de las Nieves a un bloque de viviendas donde encargaron a I.B.B. que se la consiguiera, para lo que le dieron la cantidad de 60 euros. 

Según la declaración ofrecida por los acusados en el juicio celebrado en junio de 2008, este individuo les entregó una bolsa con una sustancia que al parecer no era cocaína, por lo que uno de los acusados propuso ir a comprar gasolina para prender fuego al bloque de pisos donde había visto entrar a I.B.B. Así, se dirigieron hasta la gasolinera más cercana y adquirieron el combustible, dirigiéndose luego otra vez al bloque de viviendas. 

Allí, vaciaron la bolsa de gasolina sobre unos ciclomotores que se encontraban estacionados en los bajos de la escalera y encendieron la gasolina, lo que provocó un incendio que causó la muerte del hermano de I.B.B. y su hija de once meses, así como lesiones a tres de los inquilinos. 

Por su parte, A.F.C. relató su versión de los hechos ocurridos ese día y señaló que tras haber salido por la zona de los bares fueron a comprar cocaína porque uno de ellos quería adquirirla. Así, se dirigieron a una barriada, en la que ocurrieron los hechos, y se encontraron con I.B.B. al que dos de ellos (A.F.C. y J.C.L.) le entregaron 60 euros y le bajó una bolsa que luego resultó no ser la sustancia requerida. 

Según indicó, esto hizo que J.C.L. se “cabreara porque lo habían estafado”. Asimismo, señaló que cuando “parecía que se le había pasado” fueron a una gasolinera “a comprar tabaco” y manifestó que fue J.C.L. el que compró la gasolina. Posteriormente, según relató A.F.C. volvieron a la zona donde habían intentado comprar la droga y aunque intentó quitarle la bolsa con gasolina a J.C.L., porque “no sabía las intenciones que tenía”, éste le dijo que “sólo quería asustarlo”.

Problemas psiquiátricos 

El tercero de los acusados (J.C.L.) declaró que el día de los hechos había consumido antes de salir (durante el día) cocaína y que además ingirió bastante alcohol durante la noche. Esto le provocó, según relató, que después de salir de la zona donde habían estado tomando copas ya no recordara “nada” de lo que sucedió, aunque reconoció que era él quien conducía el coche. Asimismo, declaró que le habían contado que A.F.C. fue quien echó la gasolina y él quien le prendió fuego. 

El acusado afirmó también que en el momento de los hechos se encontraba en tratamiento psiquiátrico y señaló que con anterioridad lo habían echado del ejército y lo habían readmitido posteriormente tras haberle hechos unas pruebas. La madre del acusado confirmó estas afirmaciones, produciendo un gran impacto entre los familiares de las víctimas presentes en la sala del juicio.

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