El expresidente de Israel Simón Peres se mantiene estable en el centro médico de Tel Aviv donde ingresó la pasada noche con dolores en el pecho y los doctores esperan darle el alta mañana.
"Esperamos que salga mañana de aquí. Los médicos quieren que se quede para comprobar que todo está bien. Pero está estable, no tiene dolores ni presenta ningún problema, y su ritmo cardíaco es correcto", informó hoy a Efe la portavoz de su oficina, Ayelet Frish, desde el hospital Shiva de Tel Hahsomer, en la afueras de Tel Aviv.
Los facultativos de Peres, de 92 años, diagnosticaron una irregularidad cardíaca y decidieron que pasara la noche en observación después de que fuera trasladado al hospital por segunda vez en diez días.
El pasado 14 de enero, el noveno presidente del país fue ingresado por primera vez para someterse a una intervención de urgencia por un leve ataque al corazón, procedimiento en que le ampliaron una arteria en una intervención que los facultativos calificaron de exitosa.
Hace una semana regresó a su casa en un aparente buen estado.
El expresidente de Israel entre 2007 y 2014 fue también dos veces primer ministro y otras dos primer ministro interino, además de ocupar doce veces cargos ministeriales durante las más de seis décadas que ha estado en activo en la política israelí.
Además, obtuvo en 1994 el premio Nobel de la Paz tras la firma de los Acuerdos de Oslo, que compartió con el primer ministro israelí Isaac Rabin y el presidente palestino, Yaser Arafat, muertos en 1995 y 2004, respectivamente.