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El Villa lo tuvo en sus manos

El equipo barreño sueña hasta el último instante con estar en la final por el ascenso a la ACB pero un triple de Hill a falta de 43?? los ?despierta?

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Tan cerca... y tan lejos. El Villa de Los Barrios tuvo en sus manos la final de la Liga Adecco LEB Oro pero no pudo ser. El Lucentum Alicante se llevó el gato al agua en un tremendo partido en el que pudo ganar cualquiera pero en este caso, la bestia negra de los barreños volvió na surgir.

Los últimos ataques no fueron bien llevados por los del Samuel Aguilar, quizás por la cercanía del marcador y ver que era posible, que no era un sueño, el meterse en la gran final que da el derecho a jugar en la ACB.

Tres palmeos sin suerte sobre el aro alicantino y unos pasos de Guillén bajo la canasta evitaron que ahora se estuviese leyendo la crónica de un triunfo. No sería justo echar las culpas al tinerfeño pese a que ayer, de cara al aro rival, no anduviese fino, pero la defensa 2 contra uno, y los palos que le llovían en la canasta rival le lastraron.
La clave llegaría después, con el 81-81 cuando a falta de 43 segundos el señorito Kyle Hill enchufó un triple mortal del que no se pudo levantar el Villa, que la siguiente posesión no supo jugarla, como tampoco la última bola del encuentro.

El primer cuarto comenzó con un Lucentum muy acertado pues pese a que el Villa se pudo por delante con un tiro libre de Chagoyen, pasados los dos primeros minutos y medio, el marcador era claro para los de Óscar Quintana: 7-1.

El Villa trataba de deshacerse de la presión inicial de los alicantinos y tras el 9-3, reaccionaron en defensa y con un parcial de 0-5 se metieron de lleno en el partido gracias a la canasta de Chagoyen y a un 2+1 de Jesús Castro (9-8 a 5’30’’ para el descanso).

Los de Quintana reaccionaron bien y de nuevo estiraron el luminoso a su favor, con otros cinco puntos de ventaja: 13-8.

Los Barrios, en la previa, había dicho que no iba as ser fácil ganarles y lo volvieron a demostrar, eligiendo bien las situaciones de ataque y apretando los dientes en defensa. Así, con dos tiros libres de Castro y una posterior canasta de Iker Iturbe, devolvían el marcador a un ajustado 13-12.

Como si de un bucle se tratase, Alicante volvió a ponerse en ventaja, esta vez a cuatro, tras fallar un lanzamiento desde la línea de personales Hill: 16-12 a 2’43’’. El regalo lo aprovechó a la perfección el cuadro de Moncho Fernández, que con un enceste de Alejandro Alba y luego otro de Iker Iturbe, tras robar perfectamente un rebote, colocaban el 16-16 a 1’47’’ para el final de los primeros diez minutos.

El Infierno Barreño rugía como nunca pero Jorge García, con un triple (19-16), callaba las gargantas de los cien seguidores barreños... por unos segundos pues Iturbe (19-18) primero y luego Ross Schraeder con un triple increíble ponían a los suyos por delante por primera vez: 19-21 a 25’’.

Pero los de Quintana se guardaban un as en la manga en forma también de lanzamiento de tres con Berni Rodríguez, que dejaba el marcador en 22-21.

El segundo cuarto comenzó siendo nuevamente de los alicantinos aunque la distancia no superó los tres puntos en el inicio: 26-23.

De nuevo Schraeder puso a los suyos igualados en el luminoso del Fernando Martín de Fuenlabrada con otro triple: 28-28, pero una serie de pérdidas de balón y la buena defensa de los de Quintana permitió a Weigand anotar dos canastas seguidas y volver a estirar como un elástico el marcador: 33-28.

De nuevo la garra de los barreños salió a relucir a pesar de tener a un Guillén desconocido. Iturbe y Vallmajó clavaron sendos triples que ponían por delante al Villa: 34-35. Luego llegaría el primer punto del MVP de la temporada y fue desde el tiro libre (a 3’40’’).

Esta vez parecía la escapada buena y más cuando dos acciones de Jesús Castro permitían a los de Fernández gozar de la máxima ventaja: 35-39, a 2’13’’ para el descanso.

Tras un tiempo muerto de Quintana, el Lucentum volvió a meter a los suyos en el partido con las canastas de Hill y Urtasun: 39-39 a 1’37’’.

Tanto se metió en el encuentro el cuadro de Alicante que tras el enceste de Castro llegaron seguidos los de Hill y un triple de Urtasun a falta de 27 segundos para llegar al entretiempo: 44-41, pero la última posesión no la iba a desaprovechar el cuadro de la Villa y Eric Sánchez encestó desde más allá de 6,25 metros para igualar la contienda a 5'' de final.

El tercer periodo se inició con una  dinámica distinta ya que fue el Villa el que puso la directa con un triplazo de Rost: 44-47.

Hubo intercambio de canastas (Coppenrath, Chagoyen y Rejón), pero a 5’04’’ se puede decir que empezaron las maniobras de derribo. Coppeland encestó un triple: 51-49, al que respondió Guillén con su primera canasta en juego, y desde la lejanía: 51-52; y luego con otra desde cuatro metros: 51-54.

Sin embargo, Cazorla encestó también desde lejos, empatando el partido. Eric Sánchez encestaría nuevamente y aunque obtuvo respuesta por parte de Hill, Rost colocaba a los suyos tras arriba a falta de 2’27’’.

Tal y como se desarrollaba el partido, a poco que el Villa aguantase, se podía ir al inicio del último cuarto en ventaja pero tras el 56-60 de Castro, el equipo cometió dos errores que le costaron caro.

El primero fue en un fallo de marcaje que permitió a Urtasun anotar de tres: 59-60; luego permitieron que Cazorla anotara solo: 61-60.

Una falta en ataque de Castro, que le llevó al banco, Urtasun anotó el 63-60, y aunque Iturbe encestó, otro enceste del alero vasco de los alicantinos les puso 65-62 a 3’’ del final.

Los últimos diez minutos fueron de infarto. Alejandro Alba marró dos tiros libres y Llompart, en la siguiente jugada se cascó un triple que llevaba a la máxima del partido: 68-62.

La reacción barreña llegó con un 2+1 de Iturbe: 68-65, pero una falta sobre Urtasun permitió a éste hacer el 70-65.
La réplica barreña se quedó en nada pues entre Ross Schraeder y Vallmajó se comieron la posesión a 8’13’’ para el final, lo que obligó a un tiempo muerto por parte de Moncho Fernández.

Los suyos no le hicieron demasiado caso pues Guillén, que estaba sin estar, perdió la bola, permitiendo que en el contragolpe, Llompart le sacara un 2+1 a Eric Sánchez ante el enfado del técnico gallego de los barreños: 73-65 a 7’02’’.

Guillén aparecería para anotar dos puntos desde el tiro libre y aunque García haría el 75-68, un canastón de Chagoyen volvía a meter a los suyos en el duelo: 75-70 a 5’26’’.

Además, el Lucentum perdería la posesión y de nuevo el jerezano, que se echó el equipo a la espalda puso el 75-72.
Aunque había aparecido casi a cuentagotas, Hill tomó la responsabilidad en los de Quintana para anotar dos canastas seguidas -por medio metería Eric- para dejar a los suyos cinco arriba a 3’45’’: 79-74.

Pero la última palabra no estaba dicha por los barreños, que con dos encestes estelares de Eric Sánchez y Levi Rost apretaron el luminoso hasta el 79-78 a falta de 180 segundos.

Coppenrath anotaría dos puntos desde la línea de personales, mientras que Castro sólo acertaba uno, dejando el marcador en 81-79 a 2’45’’.

A partir de aquí, todo fue decisivo.Primer, los tres palmeos de Guillén bajo la canasta de Lucentum (1’38’’) y luego los pasos del tinerfeño. La posterior canasta de Eric (81-81) y el triple mortal de Hill (84-81) a 43’’.

Pese a la derrota, los barreños pueden estar orgullosos, de la gran temporada que han realizado ya que han superado todos los problemas que han tenido y haciendolo a lo grande.

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