El día del 127 aniversario del Recreativo de Huelva terminó en drama. Como estos años atrás. El equipo albiazul cierra 2016 en puestos de descenso a Tercera división, a tres puntos de la permanencia y con una derrota en el Nuevo Colombino ante el Cartagena. Y nada parece cambiar de una semana a otra en este equipo que no juega a nada y que amarga a sus seguidores. El técnico Juan Manuel Pavón, otra vez en la grada, no mejora los números de su antecesor Alejandro Ceballos y el equipo se hunde en la zona baja de la clasificación. Este domingo se vio a un equipo peleón, sufridor y que, como siempre, termina cabizbajo. Un horror, pero ¿con solución?
Y eso que era un día de fiesta, de alegrías y de emociones. Una bandera del Decano recorrió parte de la provincia onubense y el feudo recreativista registró una digna entrada, pero pronto todo se estropeó. Como de costumbre.
A los cinco minutos de partido golpeó el líder directamente al corazón de los feligreses recreativistas. Un balón desde la banda izquierda fue rematado en el segundo palo por Cristo Martín. El meta Arturo intentó despejar el cuero y acabó metiéndolo para dentro. Así empezaba un duelo en el que no faltaron las ganas y el compromiso de los jugadores, pero con el mismo sino de toda la temporada. Al primer varapalo, el equipo se hunde y es incapaz de remontar el vuelo.
El Cartagena dominó y quiso ampliar su ventaja en el marcador. Lejos de echarse atrás, dispuso de varias oportunidades en las botas de Juanlu Hens, Cristo, Óscar Rico y Chus Hevia, este último con pasado en el filial recreativista.
A la media hora de choque llegó la primera ocasión del Decano. La mejor del partido. Antonio Núñez soltó un fuerte chut desde la frontal del área al larguero visitante. Y hasta ahí. Ya no volvió a disparar entre los tres palos los onubenses.
Tras la reanudación siguió el mismo guión. El Recre corría detrás del Cartagena, a veces como pollo sin cabeza. Como Altamirano, que salió de inicio otra vez y volvió a decepcionar. El juego de los recreativistas se limita a surtir de balones a Miguelito para que intente crear algo de juego. No existe mayor elaboración. Jugadores del once del Decano con más de 100 partidos en Primera y otros con experiencia internacional y este joven onubense es el único que intenta poner algo de criterio en la zona central. Miguelito disparó varias veces desde fuera del área sin éxito.
Pavón movió el banquillo y metió en la última fase del choque a Rubén Mesa y Waldo, pero pocos balones tocaron. Existe presión y precipitación en los albiazules por no ganar y eso les bloquea, pareciendo ser peores jugadores de lo que realmente son.
Es triste pero el Decano lleva casi un mes en el pozo de la clasificación. El equipo se echó arriba, puso corazón y le faltó inteligencia. El Cartagena demostró que es un líder sólido y que aspira a dar el salto de categoría. Ahora el Abuelo llora. Sigue vivo, pero su esperanza de vida disminuye a pasos agigantados.
Hacen falta muchos millones de euros para poner en orden a este club, pero quién los pondrá cuando el equipo está a un paso del descenso...
