La Audiencia Provincial de Huelva ha condenado a un hombre a dos años de cárcel y al pago de una multa de 4.200 euros después de que fuera detenido cuando conducía duplicando la tasa del alcohol permitida un vehículo que utilizada como punto de venta multidrogas.
El fallo judicial de la Sección Primera de la Audiencia, al que ha tenido acceso Efe, considera a esta persona autor criminalmente responsable de un delito contra la salud pública, relativo a drogas que causan grave daño a la salud, a la pena de 2 años de prisión y multa de 2.500 euros con 40 días de responsabilidad personal subsidiaria en caso de impago.
También lo cree autor criminalmente responsable de un delito de conducción de vehículo a motor bajo la influencia de bebidas alcohólicas, concurriendo la circunstancia agravante de reincidencia, a la pena de multa de 1.700 euros y privación del derecho a conducir vehículos de motor y ciclomotores durante tres años, con pérdida de vigencia del permiso.
Se considera probado que sobre las 10:15 horas de la mañana del día 30 de octubre de 2014, el acusado circulaba por Huelva capital conduciendo un vehículo a motor, tras ingerir bebidas alcohólicas en tal cantidad que le impedían una conducción atenta.
En una rotonda fue observado al menos por dos agentes de la Policía Nacional que procedieron a detenerlo y constatar que se expresaba de modo incoherente, tenía fuerte olor a alcohol y mostraba deambulación inestable, por lo que avisaron a la Policía Local y se le realizaron las pruebas de alcoholemia con etilómetro homologado, arrojando unas tasas de 0,56 y 0,57 mg/l -algo más del doble de lo permitido-.
Como los agentes de Policía Nacional conocían al acusado por su relación con el consumo y tráfico de drogas, registraron el vehículo, siéndole intervenida una bolsa que contenía una caja de caudales para cuyo registro el acusado facilitó la llave.
En su interior se hallaron envoltorios con sustancias con 19 gramos de cocaína, con una pureza entre el 12 y el 22 % y valor aproximado de 1.140 euros, 164 gramos de hachís-cannabis distribuidos en 23 trozos y 13 botellas, valorados en 850 euros, y 21,5 pastillas de tranquimazín, con un valor de 125 euros.
La caja, según la sentencia, que ya es firme al ser confirmada por el Tribunal Supremo, contenía 1.095 euros, muy fraccionados en billetes, dos cuchillos, una cuchara, una balanza y tijeras para manipular y preparar las drogas en dosis.
