El número de muertos por el supuesto bombardeo químico ocurrido ayer en la localidad de Jan Shijún, en el norte de Siria, ha aumentado a 86 personas, entre ellas 30 menores, señaló hoy el Observatorio Sirio de Derechos Humanos.
Entre los fallecidos hay también 20 mujeres, precisó el Observatorio, que no descartó que el número de víctimas mortales aumente porque todavía hay heridos graves y desaparecidos entre los escombros.
La Defensa Civil Siria, que presta servicios de rescate en áreas fuera del control de las fuerzas gubernamentales, ha informado de 50 muertos y 300 heridos en el ataque.
Según el Observatorio, aviones de guerra no identificados lanzaron proyectiles que contenían gases contra distintas zonas de Jan Shijún, ubicada en el sur de la provincia septentrional de Idleb.
Los heridos presentaban síntomas de asfixia, vómitos y espasmos y algunos echaban espuma por la boca, denunciaron esas fuentes.
Tanto el Gobierno de Damasco como la oposición se han culpado mutuamente del ataque.
La provincia de Idleb está controlada casi totalmente por facciones rebeldes e islámicas, entre las que figura el Organismo de Liberación del Levante, la alianza de la exfilial de Al Qaeda.
Durante la jornada de hoy, el Consejo de Seguridad de la ONU celebró una reunión de urgencia para analizar este presunto ataque químico, pero por ahora han sido incapaces de sacar adelante un simple texto de condena de lo sucedido en Jan Shijún.
De acuerdo con datos de la ONU, al menos unas 70 personas perecieron y más de 200 resultaron heridas en ese suceso.
Organizaciones como Médicos Sin Fronteras (MSF) han afirmado que las víctimas presentaban síntomas similares a los originados por un agente neurotóxico como el gas sarín.