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Sevilla

Vilima, un símbolo del cambio comercial del siglo XX

La noticia: “El grupo hotelero catalán H10 Hotels ha comprado el edificio de los antiguos grandes almacenes Vilima...

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  • Fachada de los almacenes -

Durante treinta y ocho años, entre 1963, año de su fundación, y 2001, años de su cierre definitivo, Almacenes Vilima fue uno de los símbolos de la transición mercantil en Sevilla, promovida, primero, por la llegada de Galerías Preciados, en 1959, y luego por El Corte Inglés, en 1968. En medio quedaron como referencias históricas títulos como Peyré, Ciudad de Sevilla, Ciudad de Londres, Almacenes El Águila, Pedro Roldán… A partir de 1960 el comercio de Sevilla abandonó prácticas decimonónicas y se enfrentó al futuro… Fue la revolución mercantil que afecto al comercio sevillano. Un comercio dormido en sus formas e incapaz de enfrentarse a las empresas madrileñas que eligieron a Sevilla para su expansión y lo lograron hasta ahora. Después El Corte Inglés absorbería a Galerías Preciados y ya solo sería una firma la líder del comercio de Sevilla. 

La noticia: “El grupo hotelero catalán H10 Hotels ha comprado el edificio de los antiguos grandes almacenes Vilima, en el centro de la ciudad. La operación inmobiliaria se cerró la mañana de este viernes (día 7) en la notaría de Pablo Gutiérrez-Alviz y Conradi, en la que se firmaron definitivamente las escrituras de compra y venta de la finca tras una negociación que ha durado varios meses con la familia Lirola, dueña del inmueble, y la familia Espelt, propietaria de la empresa H10 Hotels”.

H10 Hotels fue fundada a principios de los años 1980 en Barcelona. Ahora tiene operativos 55 hoteles en 18 destinos, que suman más de 15.000 habitaciones. En su página web dice que actualmente están desarrollando una fase de expansión en el Caribe y Europa. Algunos de los centros que tienen abiertos se encuentra en Barcelona, Berlín, Marbella, Estepona. Gran Canaria, la Habana, Lisboa, Londres, o Roma, entre otros.

Pero este establecimiento en el centro de Sevilla no será el primero de la firma, ya que cuenta con el hotel Corregidor Boutique, un establecimiento de 76 habitaciones ubicado en el número 17 de la calle Morgado, una vía perpendicular a la calle Amor de Dios.

Almacenes Vilima, en la calle Puente y Pellón,  fue cerrado  en 2001. La superficie de la planta ocupa 800 metros cuadrados y el inmueble se compone de tres plantas con esta superficie, una planta ático y dos plantas bajo rasante. Su último director fue José Lirola Martínez. La empresa llegó a tener más de ciento cincuenta empleados.

Está por ver cómo afronta el Ayuntamiento de Sevilla el proyecto hotelero de esta empresa catalana, que ha venido a crear riqueza en una zona que fue un foco de atracción mercantil y que pretende volver a serlo.   La verdad es que conociendo la historia no tenemos muchas esperanzas…

La llegada en 1959 de Galerías Preciados, ampliada con su primer anexo a finales de los años 60, a la esquina de Mendez Núñez-plaza de la Magdalena, ocupando gran parte del antiguo Hotel Madrid, supuso un cambio radical. Galerías Preciados ofrecía desde un alfiler a un elefante… Fue una revolución y muchos decidieron cerrar las puertas en vez de hacerle frente a la nueva situación. Cambió todo, desde la publicidad, que hasta entonces era decimonónica, hasta las maneras de atender al público. Las formas de ventas, con la inclusión del plazo y la eliminación del libro de vistas, la tarjeta de crédito, la devolución de géneros… Cambiaron hasta los escaparates, que desde entonces eran pequeñas obras de arte.

Poco después llegó El Corte Inglés, en 1968, con su primer establecimiento, y ya se generalizó el cambio comercial. Cerraron sus puertas las tiendas más acreditadas hasta entonces, como Peyré, Ciudad de Sevilla, Almacenes del Duque,  Almacenes El Águila…

Vilima fue un modelo de supervivencia e hizo historia con sus ventas agresivas, sus campañas de ventas especiales y sus anuncios modernos. Hizo frente a la nueva situación, pero sus fuerzas se apagaron al disminuir la capacidad humana de los empresarios, por edad y enfermedad.

Durante su larga existencia, treinta y ocho años, Vilima fue una referencia en el tiempo de la transición mercantil sevillana, del XIX al XX, con medio siglo de retraso. 

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