Los vigilantes de seguridad de Segur Ibérica que prestan sus servicios en los centros de Navantia han protagonizado este miércoles una concentración a las puertas de la factoría de la empresa en San Fernando a la que se han sumado los trabajadores y trabajadoras del astillero isleño y los de la industria auxiliar, impidiendo la entrada al recinto hasta las ocho de la mañana y provocando considerables retenciones a la entrada de San Fernando y los accesos a la autovía.
Actualmente estos trabajadores pertenecen a Prosegur tras el cierre de Segur Ibérica que se encuentra en concurso de acreedores. Esta concentración obedece a que Segur Ibérica les adeuda la nómina de junio, la paga de julio y la liquidación, con lo que llevan 48 días sin percibir remuneración alguna. Esto lleva a las familias a afrontar una situación cada vez más crítica teniendo en cuenta que un vigilante medio, con 30 años de antigüedad viene percibiendo un sueldo de 1.200 euros.
Si bien Navantia no es responsable directo, "la nefasta gestión" que la compañía ha llevado a cabo durante la anterior administración en materia de subcontrataciones, ha propiciado que se llegue a esta situación, como ha ocurrido con otras empresas auxiliares como Acciona, "al no controlar la calidad y solvencia de los adjudicatarios ni poner los medios a su alcance para evitar estos abusos y desmadres", indican desde Comisiones Obreras. Ya en enero, los representantes sindicales de Segur Ibérica en Navantia advirtieron de lo que se venía encima y pidieron a Navantia que exigiera avales que garantizaran la solvencia de la empresa y evitaran lo que finalmente ha llegado.
Al igual que sucedió el pasado viernes en el Astillero de Puerto Real y ayer en el de Cádiz, la plantilla propia de Navantia así como la de la industria auxiliar se han sumado a las reivindicaciones de los compañeros y compañeras vigilantes apoyándolos en sus demandas.