El hallazgo de tres cadáveres descompuestos de rohinyás que supuestamente viajaban en el barco que naufragó hace una semana cerca de Bangladesh, eleva a 34 el número de fallecidos, al menos 18 de ellos menores, además de trece rescatados con vida.
Los cuerpos fueron encontrados anoche por locales en el pueblo de Shah Porir Dwip, situado en la Bahía de Bengala próximo a Galar Char, donde el pasado domingo se hundió el bote, dijo hoy a Efe Main Uddin, jefe de la Policía en Teknaf, en el sureste de Bangladesh.
Uddin explicó que los cadáveres fueron encontrados "en la orilla de la bahía cuando la marea estaba baja" y reconoció que aunque no están completamente seguros, tanto los locales como la Policía creen que los muertos viajaban en el bote que naufragó hace una semana.
"El total de muertos por el vuelco (de la barca) asciende ahora a 34", subrayó el oficial de Policía.
El bote se hundió el 8 de octubre cuando llevaba un número de personas que varía según las versiones de los supervivientes que hablan en algún caso de cerca de un centenar de pasajeros, más de la mitad niños.
Mientras tanto continúa la llegada de refugiados.
Según la ONU, al menos 536.000 rohinyás han llegado a Bangladesh huyendo de la violencia en Birmania (Myanmar) desde el pasado 25 de agosto.
La crisis de los rohinyás comenzó ese día tras un ataque de un grupo insurgente de esta comunidad musulmana contra instalaciones policiales y militares en el estado occidental birmano de Rakhine, una acción respondida por el Ejército birmano con una gran campaña.
De acuerdo con testigos y organizaciones de derechos humanos, el Ejército arrasó poblados incendiándolos y mató a un número indeterminado de civiles a los que tiroteó cuando vaciaba esas localidades.
El Gobierno birmano asegura que la violencia fue originada por "terroristas rohinyás", aunque el Alto Comisionado de los Derechos Humanos de la ONU ha tildado la operación militar como "limpieza étnica de manual".