Dos policías locales han sido atendidos por los politraumatismos que han sufrido como consecuencia del choque frontolateral del coche patrulla en el que perseguían a una furgoneta que se iba saltando los semáforos y poniendo en peligro la circulación en Granada capital, en un accidente en el que uno de sus ocupantes ha resultado también herido, todos de consideración leve.
Según han informado fuentes de Policía Local a Europa Press, el conductor, un ciudadano de nacionalidad búlgara nacido en 1999, ha sido detenido por supuesto atentado contra agentes de la autoridad, después de que los vehículos hayan colisionado en el cruce de las calles Recoletos y Padre Marcelino, a aproximadamente las 14,00 horas de este miércoles.
Una unidad de Policía Local de Tráfico comenzó la persecución del coche después de que se le diera aviso desde la central operativa de que este vehículo con matrícula de Murcia, y procedente de la zona de Valencia, iba "alterando el tráfico".
Tras la colisión, los agentes han sido atendidos en un centro hospitalario granadino, donde han recibido puntos de sutura por los golpes que han sufrido en la cara, mientras que el conductor del otro vehículo ha sido detenido y quedará a disposición del Cuerpo Nacional de Policía. Iba con una mujer en el asiento del copiloto, y con un hombre de Cijuela (Granada), que iba en la parte de atrás, que carecía de sillón.
Al percatarse de la presencia policial, este último se trató de esconder, ante lo que se dio el alto a la furgoneta en Camino de Ronda a la altura de Arabial. En vez de pararse como se le indicaba, el conductor, que carece de carné de conducir, realizó un "brusco" cambio de sentido, saltándose varios semáforos en rojo e introduciéndose por algunas calles en dirección contraria.
En la "espectacular persecución", la unidad, según las fuentes, ha estado acompañada por varios agentes en moto, hasta que se les ha conseguido frenar cuando se han empotrado contra el coche patrulla de Policía siniestrado, lo que ha causado el asombro de varias familias que recogían a los alumnos del colegio de los Agustinos, cercano al lugar del accidente.
