El presidente de la delegación del Parlamento Europeo (PE) que visitó el Espacio Natural de Doñana, el eslovaco Pal Csaky, advirtió este lunes de que los proyectos de almacenes de gas en su entorno entrañan un riesgo de "catástrofe natural" al ser el terreno una zona sísmica.
"Hay una empresa en concreto que ha decidido que esas reservas estratégicas de gas tienen que albergarse en unos contenedores que se encuentran en el parque nacional. Es un problema muy serio y grave", afirmó el eurodiputado ante la Comisión de Peticiones del PE, en la que ofreció unas conclusiones preliminares sobre la visita de la delegación de la semana pasada a Doñana.
"Esto puede desembocar en catástrofes naturales, porque la zona es una zona sísmica", continuó.
Csaky, que encabezó una misión de europarlamentarios al parque a petición de Izquierda Unida de Andalucía, habló de un problema que tiene "varas vertientes".
"Existe un peligro muy grave de contaminación del medioambiente", dijo.
Por una parte, aludió al "problema" del agua en la zona y al uso ilegal que agota los recursos hídricos de espacio protegido, una "lacra" que aseguró que las autoridades españolas quieren erradicar.
"Se han cerrado ya 350 pozos ilegales y esperamos que esta tarea siga su curso en el futuro. La gestión de los recursos hídricos sólo es posible en un buen marco jurídico y de manera legal", avisó.
Por otra parte, el eurodiputado mencionó otro problema "todavía más grave": las reservas de gas que planea la empresa Naturgy (Gas Natural).
Recordó que se están haciendo importaciones de África con gasoductos de alta presión y que los almacenes planificados dentro y en el entorno de Doñanaestarían en terreno sísmico.
Csaky dijo que el principal problema que vio es el "conflicto de argumentos" entre geólogos y los expertos contactados por las autoridades.
"Se dijo que si había un terremoto de 3 ó 3,5 en la escala de Richter, no se consideraría de riesgo. Pero otros expertos dicen que sí sería un riesgo si se almacena gas en esta zona porque podría contribuir a la erosión, lo cual a su vez desembocaría en terremotos", explicó.
Por otro lado, se hizo eco de que ONG, autoridades locales y ciudadanos están en contra de esos depósitos de gas.
Como tercer problema, el eurodiputado se refirió a actividades agrícolas "muy avanzadas" en el entorno del parque que "también entran" en su superficie y "requieren recursos hídricos".
Ante esa situación "muy compleja", Csaky aseguró que hubo sintonía de opiniones en las reuniones mantenidas con la Junta de Andalucía y el Gobierno español.
"Creo que podemos conformar un documento lo suficientemente serio, sólido, con una serie de recomendaciones específicas", concluyó sobre el informe que a continuación debe elaborar, que espera que pueda votarse en el PE "a principios del año que viene".
Por su parte, el eurodiputado de Los Verdes Florent Marcelesi, que también formó parte de la misión al parque, aseguró que "vimos que el proyecto de gas de Doñana ya no es un proyecto estratégico para el Gobierno español".
Pidió que la Eurocámara ayude a las autoridades españolas a "deshacerse del proyecto" sin tener que pagar a la empresa una indemnización que acaban costeando los ciudadanos, dijo.