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Provincia de Cádiz

“Para tener más centros bilingües hacen falta docentes bien formados”

La delegada territorial de Educación, Remedios Palma, reconoce que el centro de FPO de Jerez "no tendría por qué estar cerrado"

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  • Remedios Palma -

Hay alumnos en huelga por el calor en las aulas. ¿Cómo valora estas protestas y la implantación del plan de climatización, si es satisfactorio o no?

—Nos planteamos un tema importante, que es el cambio climático, que afecta también al final o inicio del curso escolar, y desde un primer momento tomamos cartas en el asunto con un plan de choque. Hemos sido la primera comunidad autónoma en intervenir. En ese plan de choque empezamos a actuar en centros que ya habían demandado necesidades con respecto a la climatización. Así se planteó el primer plan de choque. Había incidencias en centros y se actuó. El segundo plan de choque ya ha contado con más tiempo de planificación. Para ello firmamos un convenio con la Agencia Andaluza de la Energía para hacer una auditoría energética en todos los centros educativos de la provincia. Todos los claustros han tenido que rellenar una encuesta para puntuar el grado de climatización necesita cada centro. Con esas encuestas se han marcado parámetros para cada centro educativo. Nuestro plan de choque viene marcado por esa auditoría. Mientras llegamos a todos con ese plan de choque, cómo estamos actuando, pues hemos definido un protocolo que dice que si hay condiciones adversas para dar clases, podemos mover horarios, aulas, actividades... Incluso establece que los niños se queden hasta las horas de entrada y salida. Cada centro tiene ese protocolo para activarlo.

 

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CCOO ha dicho que hay que suspender clases a partir de los 27 grados en las aulas, ¿qué establece ese protocolo de la Junta?

—Cada centro educativo puede decidir cuándo salta en su centro una situación de alarma.

¿Y qué le parece ese planteamiento del sindicato?

—A mí me parece que no podemos marcar unos grados específicos, porque los técnicos dicen que a veces, aun con 27 grados, el nivel de humedad es bueno y es óptimo para estar en clase y no hay alarma. Es óptimo ser capaces de ante situación adversa dar una respuesta de alivio en ese momento a los alumnos.

¿Y qué respuesta se le da a los alumnos, a los padres y a los centros en los que ha habido protestas estos días?

—Estamos haciendo labor pedagógica al respecto. Hay cuatro o cinco incidencias en la provincia, donde tenemos más de 600 edificios destinados a la educación pública y más de 800 si contamos los concertados, con lo que el porcentaje de incidencias graves es pequeño. Estamos manteniendo contacto con los centros educativos para intentar paliar su situación.

El PP habla que en Jerez solo se ha llegado con el plan de choque a un diez por ciento de los centros educativos, ¿este es el ritmo previsto?

—Estamos siguiendo las pautas, que lleva asignada una partida presupuestaria que este año ha pasado de 10 a 19 millones de euros. Los recursos son finitos y tenemos un plan aprobado con un presupuesto, y se está ejecutando según lo previsto y no se va a dejar de ejecutar.

Los padres y madres se quejan de que cómo pueden tener problemas de climatización en colegios que son nuevos...

—Los parámetros en los que se trabajaba técnicamente hace unos años ya son diferentes a con los que se está trabajando ahora. Porque las temperaturas han subido en los últimos diez años y estamos teniendo un cambio climático importante, y eso afecta a las nuevas construcciones. Otros centros recientes han jugado con otros parámetros. Es una situación de la que nos tenemos que hacer cargo y estamos en ello.

¿A qué nivel se está recuperando la inversión por alumno después de tantos años de crisis?

—Hemos tenido años duros y ahora podemos hablar de repunte. Hemos ido creciendo en programas y recursos educativos. Estamos en la vía de recuperar e implantar nuevos programas y encaminarnos a un proceso de digitalización de las metodologías didácticas. Seguimos incrementando el número de becas al alumnado. El gasto en inversión educativa va creciendo a medida que crece la economía, pero no paramos, y los recursos están in crescendo, tanto humanos como materiales.

¿Cuándo cree que la educación alcanzará los niveles previos a la crisis?

—Creo que estamos en ese camino y que el horizonte debe ser exigente. No es volver a donde estamos sino saltar hacia adelante. Nunca se trata de estar satisfecho con todo el mapa de recursos que tenemos, pero tenemos óptimos niveles ahora mismo. Mejoramos lo que de verdad importa en los centros, que es el corazón de las aulas, qué le estamos enseñando a los niños y niñas, cómo se imparten los contenidos y ellos lo asumen. Eso es lo que de verdad nos preocupa e importa. Los programas, los planes, cómo se vive el aula, cómo hacer más críticos a los alumnos de cara al futuro, formar a los profesores... en eso los niveles son excepcionales.

¿Cómo defiende los resultados de informes educativos en Andalucía en comparación con otras comunidades autónomas?

—El informe Pisa analiza exclusivamente con una nota el conocimiento del alumnado, pero sí diría que esta preocupación permanente por el informe Pisa y las puntuaciones de los niños andaluces hay que enfocarla igualmente desde otro punto de vista y desde otro tipo de puntuación, porque el sistema educativo andaluz está basado en la inclusión e igualdad de oportunidades, y ahí nos estamos dejando la piel. A mí me preocupa mucho más paliar el fracaso escolar, intentar que el itinerario formativo de un niño llegue hasta el final, y que se le motive para elegir una profesión, y que en ese itinerario sea capaz de discernir, ser crítico. Pero eso itinerario es inclusivo, para que no solo se queden los buenos, sino que todos quepan. Y eso tiene unos recursos importantes, pero eso no se evalúa en esos informes.

Según CCOO que en la provincia hay 3.000 personas que se han quedado sin plazas para formación profesional, ¿cuándo se va a acabar con esta situación?

—El alumnado que sale a buscar el itinerario formativo y llega a FP no es el que sale con 16 años o 18 a buscar, sino que es muy variado y heterogéneo, puede tener de 16 a 35 o 41 años. La demanda que tiene el sistema de FP, que cada vez es mayor, no es la del alumnado que sale de secundaria o bachillerato, es más amplia y es difícil que podamos acoger toda la demanda, y además cada año es diferente, porque hay demandas expresas en función de determinadas empresas que se instalan. En la hoja de ruta está la FP como prioridad, y así lo estamos haciendo. Hemos entrado en contacto con muchas empresas. Airbus y Navantia han entrado a formar parte de la FP dual, que es lo que queremos incentivar. Y podemos pintar un mapa a futuro óptimo. Este año son 11 ciclos nuevos formativos y hemos duplicado la oferta dual de 13 a 26. Y no es que me conforme, pero está bien.

Sí, lo han duplicado, pero es que hay tres mil personas fuera.

—Son tres mil personas que necesitan una respuesta pero no solo en la provincia, y no es real el dato. En esa variable hay todo un mundo: los que es su segunda opción, los que han elegido otra porque no lograron la que querían...

De acuerdo, imagine que es así, pero que de los tres mil, son mil...

—A mí me preocupan igual los tres mil que los mil.

Sí, pero sigue siendo una barbaridad de gente...

—De acuerdo, es una barbaridad, pero tenemos más de 400 ciclos formativos en la provincia. ¿Tenemos que tener más? Sí. ¿Tenemos que estudiar la oferta actual y reconvertir unos ciclos a otros? Sí. ¿Tenemos que detenernos para analizar los sistemas productivos que se implantan en cada territorio? Sí.

¿Y se está haciendo?

—Por supuesto.

¿Qué ocurre con el centro de formación profesional ocupacional en Jerez?

—Creo que el centro de Jerez tiene un futuro en la formación profesional de la provincia y en Andalucía, porque tiene en su itinerario convertirse en centro integrado y centrado en el sector agroalimentario, porque Jerez da para trabajar en ese estudio. En julio la comisión de la ITI estableció que haya crédito para esa financiación. Es cierto que se pregunta mucho sobre su apertura, pero esto no puede ser de hoy para mañana porque depende de esos fondos europeos.

Pero lleva ya mucho tiempo cerrado...

—Bueno, mucho tiempo cerrado en el que no tendría por qué haber estado cerrado, porque los avatares de cómo se desarrolla el tema de la formación nos ha demostrado que lo podríamos haber tenido abierto. Pero ahora le dedicamos un destino y hay que ponerlo en marcha, pero los fondos tienen una complejidad y llegarán cuando nos lo permita Europa.

¿Cuándo terminaremos con el problema de las aulas prefabricadas?

—En la provincia solo queda Jerez y Algeciras, que es donde había más instaladas. Si seguimos con el plan de retirada, creo que en dos o tres años estén ya eliminadas. Hay ocasiones en que tenemos que instalarlas por problemas de construcción o escolarización inmediata, pero éstas las montamos y desmontamos. Las que llevan más tiempo, en dos o tres años ya no estarán.

Cada cierto tiempo surge el debate sobre la concertada. ¿Cómo se sitúa la Junta en ese debate?

—Hasta ahora hacemos renovación de los conciertos existentes. Hablamos de un 80-20 entre pública y concertada. Nos mantenemos en seguir con esos convenios y dentro de esos parámetros.

¿Entiende que haya personas que tenga a sus hijos en la pública y se molesten porque sus hijos tengan que estar en prefabricadas cuando en los concertados no hay ese tipo de aulas?

—No visito los colegios concertados y supongo que habrá todo lo que tenga que haber, pero sí sé que nosotros somos muchos más y que las infraestructuras hay que atenderlas porque son muy numerosas. Me gustaría que los niños de la pública no tuvieran que estar en prefabricadas, pero el itinerario es eliminarlas en breve. El dinero tiene que salir del plan de inversiones, no de eliminar los conciertos.

Usted ha destacado que este año hay más profesores y menos niños. ¿El objetivo es mantener esta ratio o se piensa incrementar esa progresión?

—Vamos a seguir aumentando el profesorado. Hay un compromiso sobre todo en primaria, hay más de 90 este curso en la provincia. Habrá ese incremento de docentes frente al descenso de alumnos.

También hay quejas sindicales de la falta de personal administrativo en centros educativos...

—La casuística es tan variada que tengo que preguntar qué ocurre en cada instituto, porque a veces son cuestiones burocráticas. Son temas muy puntuales.

El aliciente de chavales que viven en el Campo de Gibraltar y se pueden ver tentados de abandonar el instituto, ¿ha notado si el repunte del narcotráfico ha ido acompañado del abandono escolar, o cómo se está motivando a los alumnos para que no lo hagan?

—Todo el trabajo que se haga nunca será en balde. El Instituto Antonio Machado de La Línea es un ejemplo al respecto. Es un centro de compensatoria complicado, que reúne alumnado con esa casuística. Ahí tenemos cómo un equipo directivo es capaz de motivar al alumnado para que tenga salidas. Los mejores expedientes de Selectividad de este año han sido de alumnos de ese centro. Hay un sinfín de programas para motivar al alumnado y a los que se pueden incorporar los centros. Quiero destacar la implicación de los equipos docentes para ponerlos en marcha. Hay tantos docentes que están haciendo una excelente labor en el Campo de Gibraltar que se merecen ese reconocimiento. Se trabaja el respeto, la convivencia, la igualdad... y es fundamental para el desarrollo del currículum. Si somos capaces de motivar al alumnado y que la convivencia y la igualdad formen parte de lo cotidiano, podemos ahondar en diferencias sobre el fracaso escolar.

En bilingüismo hay un poco de todo. Desde las críticas a no llegar al porcentaje esperado, a los que están molestos por el nivel de aplicación del bilingüismo porque entienden que al final en algunas materias se empobrece la cultura en español. ¿Están satisfechos con la implantación?

—Cualquier acción con el bilingüismo debe ser bienvenida. Es ya una actitud ante la vida. Hemos llegado tarde en nuestro país a la adquisición del segundo idioma, que es habitual en el resto de países europeos. Tenemos que poner de nuestra parte. Es fundamental la formación de los docentes, que estén capacitados. Cada año se suman más centros al programa de bilingüismo, pero los docentes tienen que llegar a esas competencias lingüísticas bien formados. Si a eso sumamos la predisposición desde las casas, estaremos sumando. Tenemos 153 centros de algo más de 600 ya bilingües. Este año se han sumado cinco.

El francés, ¿sigue al ritmo de implantación previsto?

—Se ha elaborado un documento con docentes de primaria de toda Andalucía y se ha decidido aumentar el profesorado en los centros, pero paralizando un poco la implantación del francés, para afianzar primero el inglés.

¿Cómo define la educación en la provincia de Cádiz?

—Tenemos un mapa educativo rico, mejorable, con un horizonte de ampliación de ciclos formativos y de infraestructuras importante. También hay una preocupación grande por la convivencia y la igualdad forme parte del itinerario educativo de los centros, porque es la forma de combatir el fracaso escolar o alcanzar el éxito. No hay que hacer del detalle algo global. Somos ricos en recursos humanos, que son los que van a dar lo mejor en la educación de nuestros hijos.

 

*Entrevista realizada por Ana Huguet en el espacio A Compás-Hablemos lo nuestro de Ondaluz TV

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