La Delegación municipal de Fiestas ha profundizado esta semana en los cambios que experimentará la próxima edición del Toro del Aleluya. La intención, según explica el delegado Raúl Lozano, es imprimir, si cabe, mayor seguridad al recorrido, que aunque no cambie su esencia tradicional, verá cómo se suprime el vallado del margen izquierdo de la calle Corredera (sentido ascendente).
La estrechez de la zona liberada justificaría estos cambios, según Fiestas, que así asegura atender la demanda de la Junta Local de Seguridad.
Contraprestaciones
Como contraprestación, y para ganar más espacio aún, en el barranco San Miguel se eliminarían “dos puntos críticos” que quedarán habilitados para una posible evacuación de emergencia. Concretamente, se suprime el “embudo” donde se unen las calles Corredera, Peña Picada y Alta.
Además, con esta medida se evita el aislamiento del público que hasta ahora presenciaba el Toro desde el barranco San Miguel.
Respecto al barranco de la calle Gomeles, el punto de salida del Toro se adelanta unos metros para que dejar abierto el propio barranco sin que el público quede atrapado en el lugar, conectando el punto con una salida de la ciudad para , igualmente, una posible emergencia.
Cabe recordar que la suelta de toros del Domingo de Resurrección será a las 12.00 y 15.00 horas, desde las calles Gomeles y Corredera, respectivamente.
Por otro lado, se crean dos cancelas de corte en Peña Picada y calle Alta para, de darse la situación, aislar al animal para una posible evacuación y para la retirada del animal del recorrido si se resiste a la soga. El delegado de Fiestas, Raúl Lozano, insiste en que los cambios introducidos este año en el Toro se corresponden con el deseo del equipo de Gobierno de aportar mayor seguridad al evento. De hecho, así lo ha aconsejado la propia Junta Local de Seguridad.
