Las puertas de Santa Cruz se abrieron para la salida del Medinaceli media hora más tarde de lo previsto. El desprendimiento de una cornisa del Hospital de San Juan de Dios hizo que los bomberos tuvieran que acordonar la esquina con la plaza, lo que imposibilitaba el paso de la procesión.
De esta manera, se tuvo que crear un nuevo itinerario para que la hermandad pudiera acceder a la Carrera Oficial y en vez de salir en dirección Campo del Sur, la Cruz de Guía tomó rumbo a la plaza de San Juan de Dios a través de las calles del barrio del Pópulo. El nuevo recorrido se dispuso, así, por Pomponio Mela, plaza de San Juan de Dios, Avda. 4 de Diciembre y Cristóbal Colón.
A pesar del retraso, el Cristo del Medinaceli se puso en la calle poco antes de las diez y media, con su imponente figura y su larga melena. Detrás de Él, la Virgen de la Trinidad seguía sus pasos al ritmo de las horquillas, tal y como lo hizo el misterio, ambos sin acompañamiento musical.
Cabe destacar, un año más, la seriedad y devoción que muestra esta cofradía al mantener sus rezos a lo largo de todo el recorrido procesional.
