Alfonso Reyes, presidente de la Asociación de baloncestistas profesionales (ABP) e internacional español en 142 ocasiones, acaba de recibir el alta hospitalaria y ve el final del túnel después de luchar contra el COVID-19.
Reyes, hermano del capitán del Real Madrid, ha ido relatando las fases de la enfermedad por las que ha pasado por medio de una red social y se ha convertido, de alguna manera, en un adalid para muchos otros enfermos.
El presidente de la ABP, de 2.02 metros, 48 años y 130 kilos de peso antes de comenzar su lucha contra el coronavirus, ha confesado los malos momentos por los que ha pasado y ha ido relatando sus distintos estados de ánimo.
Este mismo jueves y ya con la luz adivinándose al final del túnel, escribió en una red social: "He ordenado a las tropas de élite de mis anticuerpos que acaben con todos los focos de resistencia del hideputa mangurrián. Debemos embolsarlos y aniquilarlos. No dejaremos ni uno. Mientras tanto, máxima alerta. Me pueden dar el alta y estoy muy contento".
"Espero que mi experiencia transmita responsabilidad y también esperanza. Tenía tos seca, hasta que el viernes 13 (de marzo) me empezó la fiebre y los escalofríos. No sabía que iba a ser tan duro", escribió.
"¡Me dan el alta!", puso junto a una foto del dirigente inglés Winston Churchill haciendo el gesto de la victoria.
"GRACIAS a todos los que me habéis tenido en vuestros pensamientos, transmitiéndome fuerza y ánimo. MUCHAS GRACIAS DE CORAZÓN". MUCHAS GRACIAS también a todo el personal del hospital Puerta de Hierro por el cuidado y trato recibido. Sois unos fenómenos", añadió.
"Por cierto, ¡Mi compañero también tiene el alta!", siguió Alfonso Reyes que ahora deberá pasar la cuarentena de 15 días aislado en su domicilio. "Tengo muchas ganas", dijo.