El obispo de Asidonia-Jerez, José Mazuelos, ofició este miércoles una eucaristía en la parroquia de Madre de Dios que le sirvió para despedirse de la Hermandad de la Yedra antes de su toma de posesión como obispo de Canarias, prevista para el próximo 2 de octubre.
En su homilía abundó en los recuerdos de la coronación canónica de la Virgen de la Esperanza, de la que ahora se cumplen siete años, así como en los frutos de la misma, materializados fundamentalmente en la cocina autogestionada que a diario atiende a un buen número de familias desfavorecidas.
Pero monseñor Mazuelos quiso detenerse en aquello que la Hermandad de la Yedra le aportó en cada mañana de Viernes Santo, al permitirle de algún modo evocar recuerdos de la niñez en su Osuna natal, cuando acompañaba a Jesús Nazareno y a la Virgen de los Dolores.
“No concebía una mañana de Viernes Santo sin estar pegado a una imagen, pero a un paso con alegría y con devoción…, y cuando llegué a Jerez me encontré con La Yedra”, dijo.
Esa evocación de su niñez fue la que le llevó a tratar de acompañar a la cofradía de la Plazuela en el recorrido de regreso a su barrio. “Es algo que he hecho siempre con gusto porque es lo que he vivido desde chico. Me habéis ayudado mucho, me habéis ayudado a poder vivir. Cuando iba con La Yedra se me venían a la memoria las imágenes de mi pueblo, esos momentos en los que aparecen las familias y unos lloran y otros están alegres”, explicó.
Mazuelos animó a seguir adelante con la cocina autogestionada que surgió como fruto de la coronación canónica y que en tiempos de pandemia ha sido fundamental para encauzar las numerosas contribuciones aportadas por hermandades y colectivos de todo tipo. “Bienaventurados los pobres que tenéis que agarraros a la Esperanza de mirar a los ojos de la Virgen”, añadió.
A la finalización de la eucaristía, la Hermandad de la Yedra entregó a monseñor Mazuelos un cuadro de la dolorosa con uno de los pañuelos que lució en su coronación canónica, un recuerdo que en breve marchará para Canarias.