Las personas afectadas por la llamada COVID-19 "silenciosa" portan en su organismo la misma cantidad de coronavirus que aquellas que presentan síntomas de la enfermedad, según un estudio publicado este martes por Thorax, parte del British Medical Journal (BMJ).
El equipo investigador del Departamento de Enfermedades Infecciosas del Centro Médico Asan en Seúl alerta de que estos individuos que no presentan señales del virus son relativamente comunes y podrían actuar como transmisores y propagarlo.
Los expertos hallan que aquellos infectados con COVID-19 "silencioso" -un quinto de los afectados por el coronavirus- tienen tanto virus en la nariz y garganta como aquellos que sí manifiestan síntomas.
Si bien los asintomáticos siguen portando potencialmente carga viral, no queda claro cuál es la magnitud de la misma ni hasta qué extremo estos sujetos contribuyen a la propagación del virus.
Para tratar de averiguarlo, los investigadores compararon la carga viral de 213 personas que habían dado positivo por SARS-CoV-2 (y de los que no todos habían presentado síntomas de infección).
En sus experimentos analizaron un brote de COVID-19 en la ciudad surcoreana de Daegu City a comienzos de la pandemia y rastrearon los contactos cercanos de esas personas infectadas, descubriendo más de 3.000 casos de coronavirus, algunos de ellos con síntomas graves y otros asintomáticos.
"Teniendo en cuenta que la mayoría de los individuos asintomáticos con COVID-19 pasan probablemente desapercibidos por los trabajadores sanitarios y continúan residiendo dentro de comunidades, estos podrían actuar como una fuerza conductora esencial para la propagación de la COVID-19 en la comunidad y para el continuo estado de pandemia", advierten los científicos.
En el estudio los expertos recomiendan ampliar los sistemas de test a ciertos grupos como medida preventiva hasta que esté claro durante cuánto tiempo y hasta qué punto las personas asintomáticas podrían resultar infecciosas.
El profesor Sung-Han Kim, líder de la investigación, señala en un podcast vinculado con ese estudio que estos hallazgos respaldan "el uso general de los ciudadanos de mascarillas, sin importar la presencia de síntomas".
También sugiere que "la capacidad de los sistemas de test se debería expandir e incluir a individuos asintomáticos que estén en entornos de alto riesgo, como residencias o instalaciones sanitarias".