El año hidrológico en la cuenca del Guadalquivir finalizó con una precipitación media registrada de 541 litros por metro cuadrado (l/m²), un 10% inferior a la media anual de los últimos 25 años, que se sitúa en 598 l/m². Según los datos de la Confederación Hidrográfica del Guadalquivir (CHG), organismo dependiente del Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico, el año hidrológico 2019-2020 (que finalizó el 30 de septiembre) ha sido más seco de lo normal, destacando los meses de diciembre, por especialmente lluvioso (138 l/m²), y febrero por extremadamente seco (1 l/m²). Desde el punto de vista de la distribución espacial, las zonas donde se han registrado las lluvias más abundantes han sido la cabecera del río Guadalquivir y el sur de la provincia de Jaén. No obstante, con carácter general, ninguna provincia de la cuenca ha alcanzado la pluviometría media si atendemos a la precipitación recibida en el conjunto de los embalses.
En relación a las aportaciones a los embalses, las precipitaciones registradas en los últimos doce meses han generado unas aportaciones a los embalses de 1.948 hectómetros cúbicos (hm³), lo que supone una disminución del 48% respecto a la aportación media de los últimos 25 años. Por su parte, el nuevo año hidrológico que se ha iniciado el 1 de octubre, parte con un volumen embalsado de 2.546 hm³, lo que representa el 31,3% de la capacidad total de embalse. Esta cifra supone un 32,1% (1.208 hm³), menos que la media histórica de embalsado. A pesar del déficit de precipitaciones, la Confederación sostiene que las reservas de agua almacenadas garantizan el abastecimiento para la población en los próximos tres años.