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Los residentes británicos en España, los grandes olvidados del Reino Unido

Se consideran "olvidados" por su gobierno, según la presidenta de la asociación Brexpats in Spain, Anne Hernández

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  • Anne Hernández, presidenta de la asociación Brexpats in Spain -
  • Desde este 1 de enero los más de 165.000 británicos que viven en España -según datos de la asociación- ya no gozan del estatus de ciudadanos europeos
  • Un grupo al que afecta muy negativamente es al conocido como “las golondrinas”, británicos (sobre todo pensionistas) con segunda residencia

El año 2020 terminó y con su final se hizo efectiva la salida del Reino Unido de la Unión Europea, pero sus efectos se dejan sentir en el día a día de los residentes británicos en España, que se consideran "olvidados" por su gobierno, según la presidenta de la asociación Brexpats in Spain, Anne Hernández.

En declaraciones a Efe, Hernández señala directamente al gobierno británico en Londres y lo culpa de haber “sacado de su mente” a quienes viven fuera, muchos de los cuales -como ella misma- ni siquiera han podido votar para decidir su futuro, pero hoy se ven arrollados por las decisiones de otros.

Así pues, desde este 1 de enero los más de 165.000 británicos que viven en España -según datos de la asociación- ya no gozan del estatus de ciudadanos europeos, por lo que deberán obtener la Tarjeta de Identificación de Extranjeros (TIE), presentar el pasaporte para entrar y salir o disponer de un documento que acredite su permanencia legal en el país.

Entre los residentes hay quienes piensan que el gobierno de Londres los ha abandonado; también hay los que se sienten “engañados” por los políticos británicos o los que desde un principio se mostraron contrarios a abandonar Europa, apunta la presidenta de “Brexpats in Spain”, que reside en España desde hace más de treinta años.

ARREPENTIDOS DE HABER VOTADO “SÍ” AL BREXIT

Y luego están los que “ahora se arrepienten” de haber votado a favor del Brexit y afirman muy disgustados -algunos casi “desesperados”- que “no entendieron” que pasaría esto y que “no es lo que quieren”, aunque “ya es muy tarde”, comenta Hernández con cierto pesar antes de señalar que “han creído las mentiras de los políticos” y votaron “sí” a salir de Europa.

Pero más allá de cual fuese su postura inicial o de lo que piensen en este momento, a día de hoy todos tienen muy claro que hay un antes y un después del 1 de enero y que su vida se ha complicado -y mucho- debido a los trámites que ahora necesitan hacer no solo para legalizar su estancia en España, sino para realizar actividades tan cotidianas como conducir o ir al médico, ante lo cual la mayoría se muestran “preocupados”, añade la presidenta.

Sin duda alguna, el Brexit no va a afectar a todos por igual, explica Hernández, quien opina que los estudiantes y los jubilados estarían entre los colectivos más afectados por la pérdida de la condición de ciudadanos de la Unión Europea y, en especial, por la cuestión de la libertad de movimiento de la que ya no disponen, algo que califica como “horroroso para el futuro”.

ESTANCIAS MÁXIMAS DE TRES MESES PARA “LAS GOLONDRINAS”

Para la presidenta de “Brexpats in Spain”, otro grupo al que afecta muy negativamente la salida del Reino Unido de Europa es al conocido como “las golondrinas”, aquellos británicos -mayoritariamente pensionistas- que tienen en España una segunda vivienda donde pasan cuatro o cinco meses al año para evitar el invierno frío, pero que no se pueden permitir una estancia más larga o permanente.

El problema para ellos, comenta, es que de ahora en adelante solo pueden quedarse en España 90 días de cada 180, por lo que una vez transcurridos tres meses se verían obligados a regresar al Reino Unido y pasar allí otros tres antes de regresar, lo que para muchos -asegura- “no vale la pena”, de manera que tendrán que “vender la casa”.

Llegado este punto, pone de manifiesto la sensación que tienen de “no pertenecer a nada”; son británicos que residen en España y dependen de un gobierno que “siempre” ha sido muy sensible a sus necesidades y ha hecho lo que ha podido a pesar de las limitaciones de la situación, pero que no es el suyo, e insiste una vez más en que es el ejecutivo británico el que debe hacerse cargo de ellos. 

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