La contención del gasto y el aumento de las aportaciones de los fieles a las Cáritas parroquiales han sido las causas por las cuales la Diócesis de Córdoba ha saldado el año del coronavirus con sus cuentas en superávit.
El resultado de las cuentas consolidadas supera los 565.000 euros frente a los 243.600 euros en negativo con los que se cerró el 2019. Para que se den estas cifras ha contado mucho que en 2020 marcaron con la x la casilla de la Iglesia casi 155.000 contribuyentes en Córdoba.
Son casi 3.700 cordobeses más, lo que se traduce en un valor económico de casi cuatro millones de euros. Así, la media de contribuyentes cordobeses que dedican parte de su declaración de la renta a la Iglesia Católica es del 44%, diez puntos por encima de la media española.
La Diócesis de Córdoba cerró el año 2020 con unos ingresos de 22,1 millones de euros, uno menos que en el año anterior, de los que el 35,2% procedían de las aportaciones de los fieles y el 20,9% de la asignación tributaria de la renta y de determinados proyectos financiados por otros fines de interés social.
