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Almería

El aplazamiento de las comuniones y la falta de bodas hacen agonizar las salas

"Las comuniones de abril están casi todas canceladas y las bodas para marzo y abril casi lo mismo"

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  • Enlace matrimonial. -

El aplazamiento de buena parte de las primeras comuniones previstas en abril, tras la celebración de la Semana Santa, ha puesto nuevamente en jaque a las salas de celebraciones y banquetes que desde hace un año tienen severas dificultades para generar negocio tanto por el cierre obligado de sus instalaciones como por la reducción de aforos y limitaciones de horarios conforme a las distintas normativas que han aparecido conforme ha evolucionado la pandemia de covid-19; una situación que se agrava además al posponer o suprimir enlaces matrimoniales.

"Las comuniones de abril están casi todas canceladas y las bodas para marzo y abril casi lo mismo", ha explicado a Europa Press el gerente de Casa Rafael en Huércal de Almería, Rafael Calatrava, quien aunque tiene más de un centenar de eventos programados ve cómo los clientes aplazan y mueven fechas en función de la pandemia, lo que complica cuadrar agendas para reservar espacios con garantía para los negocios.

Las salas de fiestas señalan que una gran parte de los eventos de la primavera han comenzado a desplazarse a los meses de septiembre y octubre. "Nos han aplazado mucho. Los eventos de mayo los tenemos cogidos con pinzas y ya algunos clientes se conforman con poder celebrar con las condiciones del año pasado", ha afirmado el gerente de Salones Drako de Alhama de Almería, Francisco Rodríguez, quien en el caso de las bodas ya recibe peticiones de reserva para 2023.

Ante la percepción generalizada de los salones y restaurantes del aplazamiento de las comuniones para los primeros meses de verano y otoño, fuentes del Obispado han asegurado que "la gran mayoría se mantienen" en sus fechas originales, aunque hay algunos padres que "prefieren hacerlo más tarde". En cualquier caso, vuelven a ser las parroquias las que toman la decisión. "La única norma es cumplir las normas", han señalado tras recordar que los aforos de los templos siguen reducidos en un 50 por ciento.

Esta reducción de participantes también repercute en las salas de fiesta, que están obligadas a reducir a menos de una tercera parte su capacidad. "Nosotros tenemos capacidad para 1.200 personas, pero ahora solo podemos acoger a un máximo de 300", ha detallado Iván Merlos desde El Edén en El Ejido, donde con cuatro salones pueden acoger celebraciones de apenas 80 o 100 personas.

Los cambios normativos también les afectan a la hora de admitir reservas para no tener que provocar cancelaciones ante una posible minoración de aforos. "¿A quién le dices luego que no? Nos tiene pillados por todos lados", ha lamentado el hostelero, que de momento ha visto alterada la celebración de comuniones de abril, máxime cuando la perspectiva actual obliga al cierre a las 18,00 horas en la provincia de Almería.

"En el mes de mayo en Casa Rafael no contratamos bodas para que la comunión pueda tener éxito y la gente no tenga prisa en irse, pero si las cambian a septiembre u octubre, que son los meses potentes de las bodas, no las podemos coger para esas fechas", ha comentado por su lado Calatrava, para quien "la gente tiene muchas ganas de fiesta y celebrar pero no tiene la confianza para hacerlo" actualmente.

BAJAN LAS BODAS CIVILES

La suspensión de las bodas es otro de los factores que se han dejado notar en el sector. Solo en el Ayuntamiento de Almería se han celebrado durante los dos primeros meses de este año siete enlaces frente a los 22 que, en las mismas fechas, tuvieron lugar durante el pasado año. Estas bodas, que pueden contar con un máximo de 28 asistentes y participantes según el grado de restricción, suelen estar participadas por una decena de invitados e intervinientes.

En este sentido, fuentes municipales han indicado que cada mes se han suspendido de "tres a cuatro bodas" a pesar de que desde inicios de este año se recuperan las ceremonias que se vieron aplazadas entre marzo y junio de 2020 con el confinamiento. Solo les meses de junio y julio se encuentran prácticamente cerrados, con todas las fechas disponibles ocupadas al celebrarse bodas los viernes, con dos parejas, y el segundo sábado de cada mes, con hasta nueve parejas.

Los empresarios coinciden que muchas bodas se han pospuesto para dentro de un año, incluso algunas que ya fueron aplazadas el pasado año por la imposibilidad de organizar un evento sin limitaciones. "El cliente tiene muchas ganas de celebrar y el invitado la excusa perfecta para evitar ir", bromea Rodríguez, quien ha recordado que sus salones aún siguen cerrados cuando han llegado a acoger a 14.000 comensales al año. "Ahora con 6.000 me conformaba", ha apostillado.

"Con las condiciones que hay ahora ninguna novia quiere aceptar. Estamos muy coaccionados porque el cliente quiere bailar y tienes que estar capeando el temporal", ha añadido ante la expectativa de tener que celebrar bodas más pequeñas para las que "vamos a tener que trabajar más para menos comensales" tras sumar más de siete meses sin facturar.

SIN AYUDAS DIRECTAS

Desde el sector se han quejado la ausencia de ayudas suficiente para hacer frente al mantenimiento de sus negocios. "Estamos haciendo encaje de bolillos para mantenernos", han apuntado desde Casa Rafael, donde han tildado de "desastre económico" el último año en el que además han encontrado dificultades para acceder a fondos como los créditos ICO.

En esta línea, ha señalado también la falta de colaboración de las administraciones públicas al no existir moratorias para hacer frente a seguros sociales y pagos a Hacienda, lo que unido a la bajada de la facturación hace que las empresas carezcan de líquido suficiente para responder a los proveedores. "No hemos recibido ayuda por parte del Estado, ni la comunidad autónoma ni nada de nada. Ha sido horroroso".

Ante las perspectivas de los próximos meses, los hosteleros han mostrado recelos a una gran apertura de cara a la Semana Santa. "Por salvar los muebles puedes perder la casa", han opinado desde Salones Drako, donde ven que "cuatro días no va a hacer rentable un negocio" sobre todo si se "vuelven a disparar" las cifras de contagio.

"Ya hemos visto lo que ha sucedido después de la Navidad", ha recalcado también en Casa Rafael, donde confían en que el aumento de vacunación ayuden progresivamente a contrarrestar un "desastre económico sin precedentes" que podría llevarse muchos de los negocios que están al límite de su aguante.

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