Las intensas lluvias han vuelto a provocar el desbordamiento de los ríos Guadalevín y Guadalcobacín en La Indiana
Las intensas precipitaciones, que rondaron ayer los 40 litros por metro cuadrado, volvieron a provocar el desbordamiento de los ríos Guadalevín y Guadalcobacín, en su punto de unión que da origen al Guadiaro, en la pedanía rondeña de La Indiana. Alrededor de diez viviendas quedaron incomunicadas debido a que el nivel del agua alcanzó el llamado puente de La Indiana. También han quedado aislados varios trabajadores de las obras de remodelación de la vía férrea que se están llevando a cabo en esta zona. En la ciudad, las lluvias ofrecieron un paréntesis pasado el mediodía. Los Bomberos y la Policía Local han relaizado distintas actuaciones, como la retirada de objetos que pudiera llevarse el viento.
La Indiana ha sido el núcleo rural más castigado por el temporal de lluvia y viento que azota a la Serranía desde el pasado 16 de diciembre. En diez días, sus vecinos han sufrido hasta cuatro inundaciones (Nochebuena, Navidad, 4 y 5 de enero). La constante lluvia no ofrece tregua para dar paso a las tareas de limpieza. El Ayuntamiento ha asegurado que el coste económico de las pérdidas rondará los tres millones de euros en cuanto a infraestructura pública. Mañana el Consistorio remitirá una primera relación de los daños a la Junta a fin de tramitar las ayudas. Según el concejal de Seguridad Ciudadana, Rafael Lara, desde que empezara el temporal los Bomberos han realizado alrededor de 120 actuaciones, otras 120 la Policía Local y alrededor de 40 los voluntarios de Protección Civil.
Los particulares podrán seguir denunciando los daños en sus viviendas y cultivos hasta el 23 de enero en la Oficina de Atención al Ciudadano, ubicada en la calle Molino. El Ayuntamiento está estudiando, no obstante, ampliar este plazo un mes más.
Los agricultores también han comenzado a valorar los daños, aunque todavía es pronto para arrojar una cifra, según ha explicado el coordinador de Asaja en Ronda, Rafael Cordero. El principal problema es la pérdida de toneladas de tierra fértil, irrecuperable, que ha sido arrastrada por el agua. La lluvia también está originando problemas en la campaña de la aceituna y, en cuanto al ganado, también se ha producido la pérdida de animales que se han ahogado.
Cordero ha vuelto a insistir, al igual que los vecinos de La Indiana, en que los cauces de los ríos no estaban limpios, por lo que en algunos tramos se han taponado con troncos y otros objetos, lo que ha provocado el nuevo desbordamiento de los cauces.