El consenso
Un sistema educativo politizado es una desgracia y un maestro sin una apreciación rica de la vida lo es aún más.
La reforma de la enseñanza pasa por la reforma del país y viceversa. Una media España sigue siendo enemiga declarada de la otra media como advirtió Machado y hay gente que ha hecho de esto su medio de vida. Ahora ya no es un drama; es una trapacería. Esta mañana me despertaba una tertulia radiofónica de la izquierda contra la derecha y me acostaré con el mismo tema. O sea, que no sabemos convivir ni a cierta clase política le conviene que aprendamos; he aquí el por qué del atasco en el consenso educativo. ¿Que todavía no ha descubierto usted que no ha llegado la democracia a los partidos? Pues en cada uno hay un líder para pensar y el resto para cumplir, sólo se coincide en los intereses de clase; su estructura es militar, de arriba abajo, con una disciplina que se turba con sólo opinar ante el amo. ¿Hay algo más opuesto a un sistema que educa en la libertad? Como el cambio de hábitos sociales es educar, no se intenta a fondo y se disimula discutiendo normativa de enseñanza o líneas sobre Felipe El Solitario.
Educación está haciendo falta en las filas de cada formación política y hábitos de educación en el ciudadano para aprender a respetarse. ¿Cómo vamos si no a consensuar un proyecto común? ¿Puede la media España de izquierdas hacer un programa que merezca la pena pisando a la otra media? Haced la misma pregunta a la derecha y será el mismo viaje. ¿Ha tenido alguna vez este pueblo un sentimiento único de grupo, asentado sobre la piel de toro y recogido en los mismos límites, sin ideologías que lo dividan y con la única guía de la fe en sí mismo? Nada ni nadie puede conseguir este cambio a medio plazo si no es un sistema educativo bien pertrechado y un maestro insuflado para este efecto. Sí, ese maestro tan denostado en nuestra historia moderna (pasas más hambre…) es el único que puede moldear futuro desde el pupitre; después, ya es tarde para ciertos hábitos.
Un sistema educativo politizado es una desgracia y un maestro sin una apreciación rica de la vida lo es aún más. ¿Es más importante una ley de educación que un maestro? Los planes de estudio y la selección de profesionales son los que importan más que un documento articulado con normas de conducta. La convivencia en el aula es una mimética continuada para un niño que hace suya la conducta del líder. Algunos se empeñan en discutir desde cierta frivolidad y abandonan el futuro de la comunidad a través del presente escolar. Un plan de estudios serio para profesores y alumnos y una elección de aquéllos en función de los segundos. La sociología ha de entrar en los programas y sobre todo en los objetivos; que cada barrio, comarca o región tenga su resonancia en el aula y su planificación de futuro. Siempre les ha dado miedo a algunos que el pueblo aprenda a pensar cuando está según ellos para las cargas y los trabajos; qué contrapeso más eficaz una masa dócil en las turbulencias económicas. Cuidado con la educación, que puede hacer díscolos a los humildes y exaltados a los insensatos. Que puede transformar al hombre vulgar en un exigente de igualdades y en redentor de las injusticias; que puede adquirir el concepto de dignidad y empeñarse en ser persona. Estoy describiendo las dos Españas; sólo deberías haber cantado la tuya, Antonio, hasta que este miedo espeso de la convivencia haga reflexionar a algunos sobre la propia historia. Españolito que naces, te guarde Dios.
Educación está haciendo falta en las filas de cada formación política y hábitos de educación en el ciudadano para aprender a respetarse. ¿Cómo vamos si no a consensuar un proyecto común? ¿Puede la media España de izquierdas hacer un programa que merezca la pena pisando a la otra media? Haced la misma pregunta a la derecha y será el mismo viaje. ¿Ha tenido alguna vez este pueblo un sentimiento único de grupo, asentado sobre la piel de toro y recogido en los mismos límites, sin ideologías que lo dividan y con la única guía de la fe en sí mismo? Nada ni nadie puede conseguir este cambio a medio plazo si no es un sistema educativo bien pertrechado y un maestro insuflado para este efecto. Sí, ese maestro tan denostado en nuestra historia moderna (pasas más hambre…) es el único que puede moldear futuro desde el pupitre; después, ya es tarde para ciertos hábitos.
Un sistema educativo politizado es una desgracia y un maestro sin una apreciación rica de la vida lo es aún más. ¿Es más importante una ley de educación que un maestro? Los planes de estudio y la selección de profesionales son los que importan más que un documento articulado con normas de conducta. La convivencia en el aula es una mimética continuada para un niño que hace suya la conducta del líder. Algunos se empeñan en discutir desde cierta frivolidad y abandonan el futuro de la comunidad a través del presente escolar. Un plan de estudios serio para profesores y alumnos y una elección de aquéllos en función de los segundos. La sociología ha de entrar en los programas y sobre todo en los objetivos; que cada barrio, comarca o región tenga su resonancia en el aula y su planificación de futuro. Siempre les ha dado miedo a algunos que el pueblo aprenda a pensar cuando está según ellos para las cargas y los trabajos; qué contrapeso más eficaz una masa dócil en las turbulencias económicas. Cuidado con la educación, que puede hacer díscolos a los humildes y exaltados a los insensatos. Que puede transformar al hombre vulgar en un exigente de igualdades y en redentor de las injusticias; que puede adquirir el concepto de dignidad y empeñarse en ser persona. Estoy describiendo las dos Españas; sólo deberías haber cantado la tuya, Antonio, hasta que este miedo espeso de la convivencia haga reflexionar a algunos sobre la propia historia. Españolito que naces, te guarde Dios.
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