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69 historias de deseo

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No podemos negar que el numerito es altamente significativo... y que cada uno piense lo que le dé la real gana. Una muestra de la gran impronta que ha dejado el deseo carnal en la Historia del Arte de Occidente, lo constituye un libro que, como quien dice, acaba de llegar a las librerías patrias bajo el sugerente título 69 historias de deseo.
Un museo de imaginario erótico, del investigador francés Jean-Manuel Traimond. Ya este mismo medio daba cumplida cuenta de su edición el pasado día 4 de enero. Las 69 historias de deseo (editorial Electra) relatan cuáles son las pasiones carnales que se repiten eternamente en la humanidad a través de una representación de las obras en fotos maquetadas a sangre y a doble página como mínimo. Algunas representaciones como la Vasija de figuras rojas, de la etapa de pintura negra de la Grecia antigua (siglo VI a.c., Museo del Louvre de París) exhíbe motivos con felaciones de y por hombres, que sirven para que el autor se cuestione “¿gozaban los griegos y romanos de más libertad sexual que nosotros?”. Por mi parte creo que sí porque una encorsetada religión no había hecho todavía mella en la mente de millones de seres; una religión para la que el sexo es el único pecado... y así nos va y les va. Cosas... Para Jean-Manuel Traimond, “el arte erótico occidental siempre se ha movido entre estos dos polos: la carne y el cilicio, don Carnal y doña Cuarema, enseñar y ocultar”, de ahí que en 69 historias de deseo abunden imágenes del deseo masculino por medio de pechos perlados que se escapan de corsés o de miradas anhelantes. ¿Qué pensarán los que siempre piensan mal de estas cosas..? °Ah...° Y es que este arte demuestra, una vez más que la tradición histórica y cultural otorgó más libertad al númen del artísta hombre para expresar sus deseos carnales a través de los medios plásticos que a las mujeres artístas, que fueron forzosamente más recatadas hasta finales del siglo XIX y comienzos del siglo XX. Este punto evidentemente ha marcado la producción de este libro en el que hay más piezas anónimas que realizadas por mujeres artistas, es decir, que hay más estampas de mujeres deseosas y deseantes pintadas por hombres. No quiere decir que todos los artistas fueran heterosexuales, pero sí que lo “políticamente correcto”, también influyó en la Historia del Arte, incluso en las estampas más lascivas y provocadoras del deseo. A pesar de ello, y según siempre Belén Polanco, cabe celebrar que 69 historias de deseo, recoja una obra de relación sexual lésbica de la artista argentina Leonos Fini, considerada la primera artísta que pintó un desnudo masculino erótico. En el libro comentado, su autor, rompe con la habitual presentación cronológica de los tratados de Historia del Arte, y en su selección, dictada por una mirada caprichosa pero refinada, hay obras también de artístas vivos como David Hamilton, Jean-Robert Ipostéguy, Eric Fischl, Milo Manara o Tom Wesselmann. Aunque el tomo recoge igualmente obras de Amadeo Modigliani, Picasso, El Bosco, Miguel Ángel, Tiziano, Caravaggio, Rubens, Rembrandt, Velázquez, Ingress, Manet, Auguste Rodin, Marcel Duchamp, Gustav Klimt y otros grandes nombres del arte universal. Que os aproveche para el espíritu y los sentidos.

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